Este 2019 ha sido el año más seco desde 1950 según la Dirección Meteorológica de Chile, lo que ha agravado la megasequía sin precedentes que ha afectado al país y, que ha obligado al gobierno a declarar emergencia por escasez hídrica en decenas de comunas de la zona centro norte del país y a decretar emergencia agrícola en seis regiones. Ha sido una problemática severa que ha afectado a miles de personas, especialmente agricultores y ganaderos de estas zonas. De hecho, según información entregada por el Ministerio de Agricultura, hasta comienzos de octubre pasado, habían muerto unos 34 mil animales y casi 800 mil cabezas de ganado se mantenían malnutridos o enfermos. Para remediar este escenario de sequía, distintos sectores públicos y privados están realizando una serie de acciones para abordar el problema, cuyo objetivo es implementar iniciativas de forma transversal. [caption id="attachment_868094" align="alignnone" width="300"]
Así lucía la Provincia de Petorca hace poco más de un mes debido a la sequía. Foto: Santiago Morales / AgenciaUno.[/caption] Una de ellas es asegurar el abastecimiento de agua potable a la comunidad. Es así como durante la realización de la cumbre climática de la ONU, la COP25 en Madrid, el Ministerio de Medio Ambiente presentó un Plan Nacional de Adaptación de Recursos Hídricos, que estará listo en 2021, en conjunto con el Plan Nacional Integrado de Manejo de Cuencas, elaborado por la Dirección General de Agua (DGA), y que plantean los lineamientos generales sobre cómo se hará en Chile la gestión hídrica en un escenario de cambio climático. “La idea del plan de adaptación es planificar una visión a largo plazo para tener seguridad hídrica y analizar la realidad local de cada cuenca. Esto debido a que las proyecciones climáticas nos indican que vamos a tener mucho menos agua y por lo tanto es urgente la planificación, además de pensar en el uso de las aguas grises”, explica Maritza Jadrijevic encargada de Política Nacional de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente. Los principales desafíos en este ámbito, según informó el gobierno, son la generación de capacidades, integrar a los diversos actores, educar sobre el agua, hacer uso eficiente del recurso, poner a disposición las herramientas para las empresas y las comunidades, de forma de construir un país resiliente ante la sequía.
Los ejes del plan
La reutilización de aguas grises de usos domésticos -aquellas generadas por el uso del recurso en lavaplato, lavamano y ducha- presentan una opción para la gestión sustentable del recurso hídrico, dado su potencial para ser usado en actividades de irrigación, aplicaciones industriales y otras actividades que no requieren de agua potable, como el riego de áreas verdes.
El Nuevo Plan de Adaptación de Recursos Hídricos contempla, entre otros, el desarrollo de nuevas fuentes de agua, mayor infraestructura y ampliar los sistemas de monitoreo de la calidad de las aguas y de los acuíferos.
Jadrijevic enfatiza que a pesar de la emergencia hídrica “las empresas sanitarias se están preparando para responder a estos desafíos de adaptación. Además la nueva ley marco de cambio climático -que aún está en etapa de anteproyecto y sería prontamente enviada al Congreso- establece un marco institucional y de instrumentos que vamos a manejar para hacer gestión de cambio climático. El Ministerio de Obras Públicas será quien estará a cargo de la coordinación, y el Ministerio de Medio Ambiente será co-responsable y se integrarán a todos los sectores que tienen relación con el agua. Para esto vamos a tener campañas de educación y difusión”. Este plan nacional tendrá los siguientes ejes: gestión sustentable de los recursos hídricos, que permita una adecuada protección de la cantidad y calidad de las aguas; mejorar la institucionalidad para la planificación del recurso, su asignación, protección, fiscalización y resolución de conflictos; prevenir y enfrentar la escasez; comprensión del ciclo hidrológico en el manejo de los recursos; y la recarga artificial de acuíferos. La iniciativa también contempla la obtención de recursos desde nuevas fuentes, como plantas desalinizadoras y la construcción de nueva infraestructura hídrica; fortalecer y ampliar los sistemas de monitoreo de la calidad de las aguas y de los acuíferos. [caption id="attachment_747303" align="alignnone" width="300"]
Imagen referencial de glaciar ubicado en la Cordillera de Los Andes. Foto: Archivo.[/caption] Asimismo, el este Plan Nacional de Adaptación de Recursos Hídricos incluirá acciones para estudiar, contabilizar y vigilar los glaciares, a través del desarrollo de una ley de glaciares que permita la conservación de estos cuerpos, considerando los efectos del cambio climático. Por último, este Plan busca mejorar la satisfacción de la demanda de agua potable en las zonas de menor cobertura; y promover la cultura de conservación del agua en la comunidad y las acciones para el uso eficiente del recurso.
En la Región Metropolitana
Sobre la situación en la Región Metropolitana, Sebastián Vicuña, director del Centro Cambio Global UC, explica que “las proyecciones nos dicen que el suministro de agua para Santiago está siendo amenazado por el cambio climático, por eso se deben considerar medidas de adaptación”. Y agrega: “la adaptación es un proceso continuo y estas medidas deben implementarse en ciclos, en función del análisis de riesgo y vulnerabilidad. Hay distintas formas para medir la seguridad hídrica y la cuenca del Río Maipo es un buen ejemplo ya que hay distintos sectores que dependen de ella como la agricultura, minería, energía, turismo o la ciudad”.
"Hacia el futuro, en un escenario optimista, se ve una reducción del caudal en los meses de primavera y verano con aumento en los meses de otoño".
El experto también analiza los escenarios de escasez hídrica que se vislumbra en el corto y mediano plazo en Santiago. “Hacia el futuro, en un escenario optimista, se ve una reducción del caudal en los meses de primavera y verano con aumento en los meses de otoño. En el caso del escenario pesimista, se ven reducciones a lo largo de todo el año. Estos cambios en la hidrología tienen que ver con la disminución de precipitaciones y con el aumento de temperaturas que afectan la manera en que el agua está disponible en los ríos, afectando a los sistemas productivos”. Para hacer frente a esta amenaza y evitar las emergencias de corte de suministro por turbiedad de agua que se capta del río Maipo, Aguas Andinas anunció la finalización de un importante proyecto: la construcción de mega estanques en Pirque que entrarán en operación este mes. La obra, cuya extensión equivale a 50 canchas de fútbol en 70 hectáreas, incluye siete nuevos pozos de extracción de agua subterránea, 14 estanques de almacenamiento de agua potable y un ducto subterráneo de 5 kilómetros entre el embalse de El Yeso y el acueducto Laguna Negra, la instalación que lleva agua desde la cordillera hasta la planta de operación de la compañía. [caption id="attachment_928471" align="alignnone" width="300"]
Panorámica de los nuevos estanques de Aguas Andinas en Pirque que comienzan a operar este mes. Foto: Aguas Andinas.[/caption] Los nuevos estanques permitirán que, en conjunto con el resto de la infraestructura de la compañía, Santiago tenga 34 horas de autonomía para enfrentar eventuales emergencias provocadas por el cambio climático. Al respecto, el presidente de Aguas Andinas, Claudio Muñoz, señala que “hemos tenido que adaptarnos a esta nueva realidad planteándonos soluciones innovadoras que nos permitan contar con mayor autonomía y dar continuidad al servicio que entregamos”.