En Chile los vehículos eléctricos cada vez son más comunes. Según las últimas cifras de Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), la venta de ellos ha crecido en un 44%, tendencia que debería mantenerse. Pero eso también ha dejado entrever algunos desafíos para seguir creciendo. Uno de ellos: los sistemas de carga para los usuarios particulares de este medio de transporte. Tal como ocurre con un celular, la mayoría prefiere conectar sus autos a la red eléctrica de sus hogares durante la noche, a pesar de que es un método lento. A diferencia de las estaciones de carga pública que cuentan con un sistema más rápido. Pero la gran diferencia con un teléfono es que los vehículos eléctricos necesitan un mayor nivel de potencia, instalaciones adecuadas y conectores que sean capaces de unir un vehículo de forma segura a la red. Así lo establece la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) y quien en los últimos meses desarrolló una normativa que busca precisamente impulsar y regular una red robusta de carga de acceso público con miras al inminente crecimiento de este mercado. Alejandro Lemus Moreno, Superintendente (s) de Electricidad y Combustibles explica que el objetivo del primer “Reglamento de Infraestructura para Recarga de Vehículos Eléctricos” es “definir las condiciones de seguridad mínima que los usuarios deben seguir en sus hogares para cargar sus vehículos, lo cual requiere de una regulación clara y precisa, y con un estándar de calidad seguro”.
Uno de los propósitos del nuevo reglamento es definir las condiciones de seguridad mínima que los usuarios deben seguir en sus hogares para cargar sus vehículos.
La normativa tiene como objetivo regular la infraestructura de carga para vehículos eléctricos en instalaciones domiciliarias, vía pública, electrolineras, y también para los electroterminales de buses eléctricos. Actualmente, se encuentra en consulta pública -con fecha de cierre el 5 de febrero de 2020- y que se enmarca en la confección del nuevo Reglamento de Instalaciones de Consumo (RIC), hoy también se encuentra en proceso de revisión por parte de la Contraloría, y se espera que entre en vigencia este año.
Objetivos de la norma
El reglamento de Infraestructura para Recarga de Vehículos Eléctricos busca en primera instancia, actualizar la normativa de instalaciones interiores de consumo para vehículos de estas características y que data del año 2003. Lemus Moreno, de la SEC, explica que esta regulación, además, apunta a regular la interoperabilidad de los sistemas de carga y la eficiencia de las redes eléctricas ante el aumento de la infraestructura de carga. La interoperatividad de los sistemas de carga es clave ya que busca estandarizar los sistemas de carga, tipos de enchufes, los softwares de conectividad en las estaciones de carga y los de pago. [caption id="attachment_856016" align="alignnone" width="300"]
Carga de combustible del taxi eléctrico. Foto: Mario Pinto / La Tercera.[/caption] Con esta normativa, agrega el especialista, una de las principales tareas que tendrá la SEC es verificar la seguridad de las instalaciones eléctricas. “Para el diseño y cumplimiento normativo de la infraestructura de carga de vehículos eléctricos se ha realizado un estudio detallado. Los principales aspectos son velar por la seguridad de los usuarios ante riesgos por fugas eléctricas, fallas mecánicas, mal dimensionamiento de equipos y cableado que puedan producir incendios”, aclara. Finalmente, la autoridad de la SEC proyecta que la electrificación del transporte, tanto público como privado, significa un aumento en el consumo eléctrico. “Por eso hay que evitar el sobredimensionamiento de las redes y las instalaciones de los propios usuarios para evitar sobrecostos innecesarios para la ciudadanía” dice. Asimismo, a través de esta normativa se abre un nuevo concepto tecnológico que apunte al control inteligente de la carga. Al respecto Javier Piedra Fierro, Ingeniero Civil Mecánico y Director Ejecutivo de la ONG Fundación Energía para Todos, destaca la importancia de que se implemente esta regulación. “La movilidad eléctrica no se refiere al mero remplazo de vehículos por otro menos contaminante o más moderno. Su implementación requiere de una serie de esfuerzos técnicos y políticos, donde participen conjuntamente el sector público y el sector privado, generando un ecosistema del transporte eléctrico. Entonces, la regulación es fundamental para dar certezas de todos los actores, y avanzar de un modo confiable a esta nueva alternativa”.
Esta norma podría generar incentivos para que los privados participen de manera importante en el desarrollo del sector automotor eléctrico.
Agrega que para que esto ocurra se debe generar una regulación lo más completa posible, que se logre anticipar a las dinámicas y eventuales problemas que puedan ocurrir, relacionados con eficiencia energética, etiquetado, estaciones de carga, integración de la electromovilidad en las redes de distribución eléctrica, entre otros. “Además esta norma generará incentivos para que los privados participen de manera importante en el desarrollo del sector eléctrico, por ejemplo, a través del uso compartido del auto, lo que podría reducir el número de vehículos del parque automotriz, haciendo más eficiente el transporte en la ciudad”, asegura.
Un sistema integrado
Pero para la elaboración de esta norma la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) tomó como referente los países que presentan el mayor desarrollo en temas de electromovilidad en el mundo, entre ellos China, Estados Unidos, Islandia, Suiza y Suecia. “Se concluyó que era necesario crear una normativa que incluyera lo mejor de cada una de las normativas internacionales, que fuesen armónicas entre ellas y con el contexto chileno. De hecho, esta es la primera normativa de Latinoamérica, específica para este tipo de instalaciones, la más completa y la primera en el mundo en normar los electroterminales de buses”, asegura Alejandro Lemus Moreno. El primer borrador de la normativa de la infraestructura de carga de vehículos eléctricos fue realizado a principios de 2019 por profesionales de la SEC. Este documento fue presentado a un comité técnico durante el mes de abril, el cual reunió a profesionales especializados en el área provenientes de la academia, la industria, instaladores eléctricos y desarrolladores de infraestructura. Durante junio y julio del año pasado se recibieron los comentarios del comité técnico y posteriormente se analizaron las propuestas de cambio. [caption id="attachment_832743" align="alignnone" width="300"]
Autobus eléctrico de la flota de transporte público de Santiago es abastecido en un electroterminal. Foto: Mario Tellez / La Tercera.[/caption] Para el director Ejecutivo de la ONG Fundación Energía para Todos, Javier Piedra Fierro, es necesario “avanzar en las distintas normativas de seguridad y educación de usuarios de los vehículos eléctricos y por una regulación orientada al fortalecimiento del transporte público, pensando en la experiencia de transportarse en la ciudad, tomando a la electromovilidad como una oportunidad”. No hay que olvidar que existe un grave problema de transporte en Chile, y solo remplazando autos con motor de combustión interna por autos eléctricos, no solucionaremos el problema de la congestión. La meta debiera ser incorporar electromovilidad, aprovechando sus virtudes de eficiencia energética y aporte medioambiental, para el diseño de un transporte público electrificado y más eficiente. Esto debe ir aparejada a la modificación de la matriz energética nacional, porque si hablamos de electromovilidad como una alternativa de transporte más limpio, es muy importante la forma cómo se obtiene esa electricidad. Las energías renovables son la respuesta”, puntualiza Piedra.