Al cerrar un negocio, ¿qué debemos hacer con los productos que nos quedan?
Tomar la decisión de cerrar un emprendimiento trae varias implicancias; entre ellas, qué hacer con los insumos y máquinas que nos quedan. Si tenemos mucho stock o equipamiento que hemos comprado con factura, ¿qué se debe hacer? ¿Podemos dejar algo para uso personal o es necesario liquidar todo?
Hace unos días, Sergio Felipe nos hizo llegar la siguiente pregunta a Diario de un Emprendedor: “Si hago término de giro porque mi negocio no vende ni crece lo suficiente y me genera muchos gastos que asumo de mi bolsillo, ¿qué ocurre con los productos que pudieran quedar en stock o algún equipo comprado con factura? ¿Debo liquidarlos hasta que no quede nada o puedo quedarme, por ejemplo, con algunas herramientas para uso personal?”.
Uno de los procesos más difíciles para un emprendedor es tomar la decisión de cerrar un negocio. Las dos veces que tuve que pasar por este proceso –hacer un término de giro–, lo que más me costó fue enfrentar el sentimiento que me provocó, ya que, más que la parte legal o tributaria, desprenderse del sueño que uno tuvo por este proyecto es algo muy complicado.
En ese momento sentía que todo lo que estaba viviendo era un fracaso. Mi negocio, en el que había invertido todo mi tiempo, mi energía y mucho dinero, no estaba generando lo suficiente para cubrir sus propios gastos. Como emprendedora, esto ha sido lo más difícil que he tenido que enfrentar desde el punto de vista emocional, ya que es una determinación que no se toma de la noche a la mañana: es todo un proceso, muy desgastante. Hay días en que tenemos rabia, días en que tenemos pena, e incluso días en los que nos dan ganas de seguir, pero la situación no lo permite.
En esas dos ocasiones me quedó mucha mercadería y equipos que habían sido comprados con factura. Con eso no ocurre nada en términos legales; es decir, si ya los compraste, son tuyos y puedes hacer lo que estimes conveniente con ellos.
Sin embargo, si alguno de esos productos o implementos los adquiriste en cuotas y aún no terminas de pagarlas, debes hacerlo. Si ya habías tomado el compromiso de comprarlos, sí o sí tendrás que asumir ese gasto para evitar problemas futuros y cumplir con tu proveedor, ya que este no tiene ninguna implicancia con el cierre de tu negocio; finalmente, no debemos hacerles a otros lo que no nos gustaría que nos pasara a nosotros como emprendedores. De todas maneras, ese producto quedará para tu propiedad, al igual que lo demás.
Si tienes más productos en tu poder, mi consejo es que días antes de cerrar hagas ofertas y promociones para quedarte con lo menos posible. Es importante que intentemos recuperar la inversión económica que hicimos en el negocio.
También recomiendo que, si tenías algún tipo de maquinarias o implementos y no los necesitas para uso personal, los vendas tratando de conseguir la mayor utilidad posible. Les recomiendo tener siempre sus herramientas en buen estado, porque nunca sabemos si en algún momento necesitaremos ofertarlas. Este tipo de equipamiento se devalúa inmediatamente al salir de la tienda, al igual como pasa con los autos, por eso es importante que nos fijemos en no disminuya tanto su valor mientras esté en nuestro poder.
Para no llegar al punto de cerrar un negocio porque sus ventas no alcanzan a cubrir los gastos, siempre les digo que deben estar pendiente de analizar sus números. Desde el comienzo es importante que nos acostumbremos a analizar mensualmente nuestros egresos. No es para nada complicado y no es necesario ser un experto para hacerlo: en un papel o en un Excel, anoten detalladamente todo lo que tendrán que desembolsar a fin de mes, sin que se escape nada –desde el arriendo, pasando por la bencina, la luz, el agua, la patente, etc.–. Con eso, fácilmente podrán proyectar cuánto necesitarán vender y ganar.
Además: inviertan en un buen contador que les permita ordenarse con las finanzas. Asesorarse en los temas que no manejamos a fondo es imprescindible, ya que recordemos que somos nosotros como contribuyentes los responsables de todo lo que pasa en nuestro negocio.
Algo que ocurre frecuentemente cuando las ventas no alcanzan para cubrir los gastos es suplirlos con dinero personal. Si bien se puede hacer una o dos veces para no sucumbir, no recomiendo hacerlo en más ocasiones. Finalmente, estarán tapando un agujero para abrir otro. Siempre hay que mantener las cuentas personales y las del negocio separadas, ya que si se comienzan a mezclar y se pierde el límite entre ellas, al final no solo faltará para cubrir los gastos del negocio, sino también los propios.
A fin de cuentas, lo esencial es poner todos nuestros esfuerzos en generar ventas. Esto siempre debe ser nuestro foco principal, ya que son las que nos permiten ir dándonos vuelta hasta que logremos crecer.
Los invitamos a dejar todas sus dudas e inquietudes respecto de sus emprendimientos, que serán respondidas semanalmente por Verónica Oliva en esta sección.
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