La comunidad que convirtió al orégano en un producto gourmet
Desde 2017, un grupo de microemprendedores aymaras de la zona de la precordillera de Putre se unieron en una cooperativa para poner en valor su producto estrella: el orégano de Putre, una hierba única en el mundo, que solo crece aquí y que tiene características que lo convierten en un cultivo premium, con el que sueñan llegar a Europa.
A más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, en medio de paisajes color terracota y un Altiplano que parece venirse encima de los autos que van por la carretera hacia el hito tripartito que une a Chile, Bolivia y Perú, está Socoroma, un pequeño poblado ubicado 30 kilómetros al norte de Putre, en la región de Arica y Parinacota. Allí, entre cactus y arbustos, un manantial de pequeñas hojas verde crece desde hace siglos en la precordillera de esa localidad. Es el llamado “oro verde” u orégano de la Precordillera de Putre, una variedad de esta hierba tan usada en la gastronomía que solo crece aquí, y que se distingue de otros oréganos por su aroma intenso, su color verde potente y su inconfundible sabor, que lo convierte en un producto gourmet.
“Cuando lo llevan a alguna ciudad húmeda, si no se mantiene en buenas condiciones, como por ejemplo en un frasco, puede perder un poco el color verde, pero el aroma y el sabor siempre se mantienen”, cuenta Victoria Mollo, productora aymara de la zona que creció y se hizo adulta entre estas praderas vegetales, y que hoy trabaja las mismas tierras que alguna vez labraron sus padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos.
Desde tiempos inmemoriales los agricultores de la zona han producido el oro verde no solo en Socoroma, sino también en Ticnamar y Belén. Pero, hasta hace pocos años, su labor se remitía solo a cultivarlo y cosecharlo: las ganancias se las llevaban las empresas mediadoras que les compraban el producto. Sin embargo, esta situación cambió en 2017, cuando, con ayuda de INDAP, los diferentes productores aymaras decidieron unirse en una cooperativa para comenzar a comercializar el orégano ellos mismos; algo parecido a lo que hicieron en Colombia los pequeños productores de café de las zonas de Quindío, Pereira y Risaralda, entre otras, quienes aunaron sus cosechas para venderlas bajo una agrupación que les permitió encumbrarse entre los primeros productores de esta bebida en el mundo.
Los miembros de Quri Chuxña -u oro verde, como bautizaron al grupo- no solo tenían en sus manos un producto ampliamente utilizado en la cocina, sino uno único en el mundo: un orégano que solo crece en esta zona y que desde 2016 tiene Sello de Origen por parte del Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INAPI); esto significa que solo puede producirse en la Precordillera de Putre, en las localidades de Putre, Socoroma, Zapahuira, Murmuntani, Chapiquiña, Belén, Lupica, Saxamar y Ticnamar.
“Este producto tiene patrimonio, patrimonio vivo. Se cosecha a 3.300 metros sobre el nivel del mar, a través de un proceso de agricultura limpia, utilizando abono orgánico y sin fumigaciones, ni nada por el estilo”, cuenta Victoria Mollo, hoy convertida en la presidenta de esta agrupación que cultiva bajo las normas de la agricultura orgánica, tradicional y limpia.
Gracias a este trabajo, la cooperativa, que hoy tiene siete socios, ha logrado posicionarse poco a poco dentro del mercado nacional, y su orégano puede encontrarse en distintas tiendas gourmet a lo largo del país (a aproximadamente, $1.500 los 18 gramos). En febrero de 2020, la Fairtrade Labelling Organizations International (FLO) les otorgó la certificación de Comercio Justo, movimiento mundial integrado por una red de organizaciones, empresas y clientes que fomentan un modelo de comercio más equitativo.
De productores a comerciantes
Antes de que la cooperativa se conformara como tal, todos sus miembros ya eran productores de orégano o de otro tipo de cosechas. Luego de proponerse formar una agrupación, y tras un tiempo abocados a ahorrar y conseguir los fondos necesarios para materializar la idea, a través de distintos créditos, en 2019 pudieron comenzar a armar su primera infraestructura. En 2020 comenzaron a recibir apoyo de Sercotec, quien les entregó fondos a través de sus programas Fortalecimiento Gremial y Cooperativo y Reactívate Organizaciones, gracias a la cual pudieron comprar una maquina seleccionadora de orégano, diseñar un packaging atractivo para su producto, realizar una sesión de fotos y una página web para promocionar al oro verde en el extranjero.
Sin embargo, la pandemia interrumpió el proyecto. Los agricultores debieron parar las cosechas y vivir de los ahorros que tenían guardados, aunque eso no significó que paralizaran por completo su sueño: durante los meses de receso trabajaron generaron contenido fotográfico y audiovisual para su página web, además de aprovechar Facebook e Instagram para contar su historia. Todo esto, con el fin de posicionar su nombre antes de que se levantaran algunas restricciones y pudiesen volver a trabajar en su proyecto.
La activa campaña para visibilizarse rindió sus frutos: Oro Verde se encuentra produciendo diariamente orégano gourmet para ser vendido a distintas partes del país. “Ya muchos nos conocen y algunas personas, de Santiago sobre todo, nos están comprando”, menciona Victoria Mollo. Además, desde que se pudo volver a realizar eventos al aire libre, han participado de diversas ferias, como Feria Campesina organizada por INDAP.
Oro Verde recién se encuentra en una etapa inicial, pero ya tienen altas expectativas de crecimiento. Victoria reconoce que como metas le gustaría que “Oro Verde entrara a supermercados y restaurantes a nivel nacional y también, por qué no, exportar al extranjero”.
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