En un mundo cada vez más digital, las fotografías han tomado protagonismo. Son la carta de presentación de cualquier negocio, emprendimiento o incluso de un personaje. No es necesario incluir muchos detalles más para seducir a un consumidor o potencial cliente, cuando una fotografía es buena.

Por eso, tomar una buena foto y hacerle los ajustes necesarios son dos acciones vitales. ¿Lo mejor? Pueden ser realizadas en un par de pasos en un smartphone.

“Lo más importante es mostrar lo que quieres fotografiar de la manera más atractiva posible. Si vendo un producto, por ejemplo, un frasco de mermelada tiene que resaltar su color, el brillo, que es algo que atrae. Siempre hay que diferenciarse de la competencia”, explica Rodolfo Lértora, fotógrafo profesional que ha trabajado con marcas como Wados, Umbrale, Top y la multitienda Corona.

Para conseguir fotos de calidad y cautivadoras no es necesario ser un experto, y siempre es bueno apostar por la creatividad.

Tener una buena cámara siempre será de gran ayuda para tener fotografías de calidad, pero no es un requisito excluyente. “Idealmente, y si la persona tiene los recursos, recomiendo contar con una cámara fotográfica profesional o semi profesional, y un par de lentes que sean de 35 mm y de 50 mm. Como segunda opción están los celulares; hoy existen dispositivos móviles con cámaras de alta resolución. Eso sí, aconsejo que, al momento de sacar fotos con estos smartphones, se considere el uso en modo manual en vez del automático; es necesario ajustar el ISO, la velocidad y el balance de blancos para obtener óptimas fotografías”, recomienda Felipe Fredes, fundador de Sietelinces.

¿Qué es el ISO, la velocidad y el balance de blancos? Son ajustes que se pueden configurar tanto en una cámara fotográfica como en un smartphone.

El ISO mide la sensibilidad a la luz. Por ejemplo: si estás al aire libre con buena luz puedes usar un valor bajo cercano a 100, pero si estás en una habitación con poca luz tendrás que aumentarlo hasta que tu imagen no esté oscura, lo que puede ir desde 800 a 6.000. Eso sí, entre más alto el valor, esta se verá cada vez más granulada; por eso, se recomienda tener buena iluminación para poder utilizar el valor más bajo.

La velocidad, en tanto, es el tiempo que tarda el lente en abrir y cerrar para capturar la imagen, y tiene relación con la luz y el movimiento. Si la velocidad de captura es lenta, capturará más luz y el movimiento de los objetos. Para entender: si tienes suficiente luz, puedes utilizar una captura rápida; y si no tienes suficiente luz, es necesario que sea una captura más lenta.

El balance de blancos, por último, permite definir la temperatura del color –cálida, fría o neutra– y dependerá del lugar donde tomes la fotografía: para ello, debes ajustar el parámetro dependiendo si estás en un día nublado, en un día soleado o en una habitación con luz artificial.

Tener buena luz es una de las partes fundamentales para conseguir imágenes de buena calidad, además que permitirá destacar mejor los colores y detalles del objeto a fotografiar. Además de la luz natural, existen muchos productos que permiten dar iluminación a las fotografías. Otra cosa es que el fondo sea neutro y de un color claro, con tal de no desviar la atención del objeto.

Rodolfo Lértora indica que una no es necesario un flash, pues puede ser utilizado el del smartphone, y que una habitación blanca además de un aro de luz (o dos) son suficientes para conseguir la iluminación necesaria.

De todas formas, si una fotografía no queda con la iluminación suficiente o si los colores se ven más pálidos que en la realidad, hay aplicaciones gratuitas y sencillas de utilizar que pueden realizar esas correcciones. Lértora recomienda tres útiles: Adobe Lightroom, Photoshop Express, Snapseed.

Adobe Lightroom es una de las aplicaciones más utilizadas pues permite editar la luz, el color, mejorar las texturas, el enfoque, entre otras. Además, cuenta con ajustes preestablecidos que pueden servir de ayuda al principio, y permite organizar tu biblioteca para ordenar mejor las fotos.

Adobe Photoshop Express. Es similar, pero no es igual a la anterior, porque aunque permite hacer ajustes de exposición de luz, mejorar el contraste y el color, permite retocar puntos o áreas exclusivas de una zona sin tocar el resto de la imagen.

Snapseed es otra de las apps más conocidas, ya que tiene herramientas muy potentes y con gran variedad de ajustes. Aunque en un comienzo esta gran oferta de herramientas pueda resultar difícil de entender, tiene selecciones predeterminadas que pueden ayudar a dar con ajustes precisos de color, luz y saturación.

Armar un pequeño estudio puede resultar un desafío. Aunque una tela o cartulina blanca de fondo, pueden servir para que el objeto de la fotografía quede más “limpio”, hay aplicaciones que permiten recortar al objeto y así poder utilizarlo en otro diseño. “Por eso es bueno utilizar colores pálidos, porque así es más fácil luego aislarlo. Remove Object, Touch Remove, YouCam Perfect, son aplicaciones perfectas para remover fondos”, recomienda el fotógrafo Rodolfo Lértora.

Estas tres aplicaciones no solo sirven para aislar objetos sino para eliminar partes no deseadas de una foto. Ideales para eliminar algún pequeño defecto.

Otra opción que destaca Lértora es hacer pequeños avisos. Si bien una buena fotografía es esencial, puede ser acompañada por letras, anuncios, algún logo, detalles para acompañar la foto original.

Para ello, recomienda Canva. Esta app es gratuita y tiene cientos de plantillas en las que se pueden insertar las imágenes, letras llamativas y otros complementos.

Ambos expertos coinciden: lo ideal es que las personas vean la fotografía de la forma más real posible. Un exceso de edición o filtros podría arruinar una fotografía en lugar de mejorarla. “No hay que abusar de los filtros, muchas veces el resultado final termina en colores muy saturados ofreciendo una imagen que escapa de lo real”, subraya el fotógrafo Felipe Fredes.