El próximo 26 de diciembre se publican los resultados de la PSU y tras ello, los estudiantes que quieran postular a alguna de las 41 universidades que pertenecen al Sistema Único de Admisión contarán con tres días para decidir su futuro.

Una tarea que además, involucra a padres y apoderados, quienes evidentemente se convierten en el principal apoyo a la hora de guiar una decisión que guiará por años su destino. Pero ¿En qué cosas hay que fijarse a la hora de elegir una universidad?

Por supuesto que el primer filtro llegará con los puntajes mismos, los que según el editor de Nacional de La Tercera, Michel Nahas, es el filtro que permite calibrar nuestras expectativas con las posibilidades reales de acceder a las diferentes instituciones académicas.

Pero luego de eso, están las herramientas y la información pública con la que contamos para poder escoger de manera informada. Y el indicador más relevante en este caso, dice Nahas, es la acreditación de la universidad.

De partida, la acreditación es el requisito mínimo para poder postular a los beneficios de financiamiento del estado, como becas o la gratuidad. Los alumnos de instituciones no acreditadas no pueden acceder a estos beneficios, así que ese detalle muy importante.

Pero ¿qué pasa con las carreras acreditadas? Nahas también llama a la precaución: "No te sirve de nada si la carrera está acreditada pero no la institución. Primero hay que fijarse en la acreditación institucional y luego en la de la carrera".

Pero no todas las acreditaciones son iguales. El mínimo establecido por la ley son dos años y el máximo siete, por lo que mientras más cercano se esté al 7, es mejor. "La acreditación nos da la seguridad de tener beneficios pero también nos da una señal de cosas que no vemos pero que la Comisión Nacional de Acreditación evaluó para entregar cierta cantidad de años de certificación", dice Nahas, citando datos como la calidad de los profesores o la infraestructura, que a veces los postulantes pasan por alto.

Una acreditación más corta, de 2 o 3 años, aumenta el riesgo de que pasado ese tiempo, esta no se renueve si es que la institución no invirtió lo suficiente, y si bien eso no impide que se sigan recibiendo los beneficios económicos, si puede influir en la postulación futura a becas de postgrado.

El valor de la investigación

Ceina Iberti, editora de educación de La Tercera y encargada de la elaboración del Ranking de Universidades, que en los últimos 19 años ha medido la calidad de las instituciones de educación superior en Chile, coincide con que la acreditación es el primer paso a la hora de postular. De hecho, en el mismo ranking el primer requisito para aparecer está dado por si la institución está acreditada o no. El segundo, es la cantidad de publicaciones y aportes académicos que hacen al año.

"No todas la Universidades son buenas en todo, hay universidades que son más complejas y tienen mayor diversidad de carreras y otras que son más pequeñas pero están enfocadas en áreas específicas", explica, señalando que hay instituciones como la U de Chile que publican 12 mil artículos al año, pero por su parte la Universidad Técnica Federico Santa María tiene menos papers, pero logran mayor impacto en la comunidad científica ya que se hacen en un área específica: la de la ingenierías.

Y el aspecto laboral es también una razón de peso a la hora de postular, y en ese aspecto la acreditación también nos puede ayudar. Las instituciones con más años de acreditación son las que cuentan con varios factores como contar con instalaciones de calidad pero también con maestros bien preparados, con postgrados y activos en la comunidad científica.

"Cuando tu le preguntas al empleador cuál es el sinónimo de ellos de calidad, para ellos es infraestructura y buenos profesores", dice Iberti, y para ello, el indicador de la acreditación puede ser nuestro mejor aliado para saber dónde postular.

Puedes ver más sobre esta conversación en el siguiente video que forma parte de nuestro Especial de Admisión 2019

https://youtu.be/L0_UVVmYxJ4