

El profesional permite a los pequeños elegir el disfraz de su superhéroe favorito antes de que inicie la operación.
Una vez listos para entrar al quirófano, y como si se tratara de una gran aventura, les explica que entrarán a una sala “volando o corriendo” y que la operación será una misión que se les encargará como paladines de la justicia.
Parte del particular procedimiento, incluye una etapa donde se detecta si el niño está tranquilo, si aún siente temor o se siente preocupado, se invita a los papás a acompañarlo en la “aventura” hasta que se le administre la anestesia, lo que ayuda a que el proceso sea menos angustiante tanto para el paciente como para su familia.
Según cuenta el médico en sus redes sociales, muchos niños regresan al hospital vistiendo los mismos disfraces, y comentando que la experiencia vivida en el quirófano no fue traumática. Algunos incluso expresan su deseo de volver a la consulta, recordando la cirugía como un gran momento de diversión.