Hoy en la tarde, el Papa Francisco arribará a Chile con un mensaje de paz y esperanza. Esta visita constituye un motivo de regocijo y una fuente de esperanza para todos, -creyentes y no creyentes-, quienes con buena voluntad abren sus corazones para recibirlo. Se trata de un viaje evangelizador del sucesor de Pedro que, sin duda, traerá un potente llamado al cambio y a la conversión personal. Por otra parte, la venida de Francisco significa una invitación a reflexionar y a poner en práctica una nueva manera de analizar la cultura y la convivencia nacional en los próximos años, una nueva forma que nos permitirá avanzar hacia una relación más humana que esté centrada en los valores del respeto, de una mayor justicia y equidad, con la mirada puesta en la promoción de la dignidad humana.
La presencia del Papa Francisco en la UC representará un nuevo impulso para que el mundo de la cultura no claudique en su responsabilidad de avanzar siempre hacia las fronteras del ser humano, del conocimiento, de la creatividad y del servicio al prójimo. En el contexto actual, la visita del Papa Francisco nos lleva a mirar el Chile actual y a identificar algunos logros, pero más que nada a reconocer importantes desafíos para nuestra patria. Muchos de estos dicen relación con la convivencia nacional y con nuestra capacidad de avanzar en comunidad tras la búsqueda de aquello que consideramos en esencia justo, bueno, bello y verdadero.
En el área de las ciencias, las humanidades y las artes, la mirada humana, cercana y vigente del Papa Francisco expresada en sus cartas encíclicas: Laudato Si', sobre el cuidado de la casa común; y Amoris Laetitia sobre la importancia de la familia como el núcleo principal de nuestra sociedad, en sus escritos, actos -y en particular-, en el ejemplo de sus gestos nos plantea la urgencia de atender con mayor profundidad y solidaridad a quienes se encuentran en situación vulnerable y a integrar a todos quienes necesitan de nuestro cuidado.
Esta es la manera de plantearnos los grandes desafíos de esta época, para poder así avanzar en la ruta del desarrollo y del crecimiento como sociedad. Por ello, es necesario pensar de manera global desde nuestra universidad y estar en permanente diálogo con todo lo que ocurre en el país y en nuestra sociedad. Este aporte, es fundamental hacerlo desde nuestra identidad y misión de Universidad Católica, a fin de tener una sociedad más justa, integrada y equitativa que sitúe a la dignidad de la persona en el centro de nuestro quehacer.
La visita del primer Papa latinoamericano significará sin duda, la apertura a un nuevo espacio de diálogo, aliento y renovación hacia una nueva etapa en nuestra convivencia nacional. Su presencia es su testimonio y compromiso, ahora depende de cada uno de nosotros abrirnos a esta propuesta. ¡Bienvenido Papa Francisco!.