LA RECIENTE cuenta presidencial se puede analizar desde muchas ópticas pero, en el caso de Michelle Bachelet, la luz del género resulta inevitable puesto que se erigió como un ícono desde que postulara la paridad ministerial hasta encumbrarse en ONU-Mujeres. Vale preguntarse ahora lo mismo que en 2009: ¿cuál será su legado? El Informe de Desarrollo Humano de 2010-dedicado a la igualdad de género-ponía sus fichas en su hipotético impacto simbólico al tiempo que dejaba La Moneda con un inédito 80% de adhesión. En ese entonces, el futuro de las chilenas lucía expectante.
En esta oportunidad, la mandataria aludió a medidas con evidente rezago en el contexto occidental ya que todavía no se aprueba el proyecto de despenalización del aborto en tres causales y recién debutará la ley de cuotas que permitirá aumentar-al menos en 40%-las candidaturas femeninas al Congreso. Que la prensa aluda a que constituyen un "quebradero de cabeza" para los partidos, cuando las mujeres están por debajo del 16% en ambas cámaras, no deja de ser preocupante. Aludió también al aumento de inversión pública en economía (118% en dos años), la eliminación del embarazo como preexistencia en las isapres y al primer aniversario del Ministerio de la Mujer. El triste récord de 22 femicidios y 46 frustrados en lo que va de año suscita dudas acerca de un rol en la lucha contra la violencia de género.
Mientras tanto, asistimos a un resurgimiento del feminismo en empaque glamurizado (desfiles de moda, camisetas y agenda mediática), que coexiste con nuevos debates como la maternidad subrogada y la prostitución voluntaria pero también con una clara amenaza a los derechos de las mujeres. No se trata solo del retorno de la "política cavernícola" a la que alude el historiador Niall Ferguson y de la cual Putin es sólo un exponente ("Yo no tengo días malos porque no soy mujer"), sino de las mujeres como blancos del terrorismo yihadista. El Estado islámico acaba de pedir a sus lobos solitarios que ataquen varios países europeos, entre ellos España. La amenaza incluye a sus mujeres policías donde, según cálculos, hay alrededor de 400.00 (incluida la seguridad privada). Señal de estos tiempos es que HBO estrene el "El cuento de la criada". De Margaret Atwood, el libro en cuestión es una distopía que retrata una dictadura marcadamente femenina.
¿Qué, en Chile, estos temas se ven de lejos? Así lo revela su ausencia en la campaña presidencial. Sin embargo, una cosa es clara: para lograr la igualdad de género, no alcanza con medidas convencionales. Se necesita bastante más que un ministerio.