Con esta frase, el entonces ministro de Vivienda y Urbanismo Rodrigo Pérez lanzaba en 2013 la campaña para promover el uso de áreas verdes y parques urbanos en Chile, ante una encuesta que indicaba que el 56% de los chilenos admitía que nunca o casi nunca visitaba los parques o plazas públicas. La estadística sorprende, pero también indica que el éxito de parques como el Bicentenario en Vitacura, Renato Poblete en Quinta Normal, Ecuador en Concepción o Juan Pablo II en Bajos de Mena se debe a que, en la medida que se disponga de un parque público cercano y bien mantenido, la ciudadanía lo recibe, lo hace propio y agradece, superando todos los indicadores de rentabilidad social o económica con que se evaluó su ejecución.
Sin duda, uno de los aspectos clave de la equidad urbana y calidad de vida en nuestras ciudades es el acceso a áreas verdes y parques urbanos. En este sentido, si la gente va poco a los parques tal vez sea porque los que tenemos no son tan accesibles, están mal distribuidos en la ciudad, su diseño no es acorde a las necesidades de la comunidad o no cuentan con recursos para su mantención. Un estudio reciente del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica analizó seis ciudades del país, midiendo variables como la cantidad de parques y plazas por habitante, la distancia a la que se encuentra el área verde de la vivienda más cercana y la capacidad que puede entregar a los sectores aledaños. Como era de esperar, Vitacura encabeza la lista de comunas con mayor acceso, seguida por Independencia y Las Condes. Las comunas con el indicador más bajo de acceso a áreas verdes eran Antofagasta, Puente Alto y El Bosque. En el caso de la capital, considerando todas la comunas, la superficie de áreas verdes accesibles llegaba a un 3,7m2 por habitante, situación que se puede explicar por la falta de redes para llegar a los espacios o que no existan áreas verdes en la zona aledaña.
En la misma línea, la Cámara Chilena de la Construcción y el Centro de Inteligencia Territorial de la UAI presentaron un índice de 20 ciudades, donde se analizaron todas las manzanas del área urbana en relación a tres dimensiones: disponibilidad de infraestructura urbana, accesibilidad a equipamiento y medio ambiente, agrupándolas en barrios que comparten un entorno urbano similar. El estudio concluía que el 18,3% de la población del Gran Santiago vive en un entorno urbano crítico, que coincide con las comunas periféricas de menores recursos.
No solo necesitamos más parques que sean accesibles, también debemos activarlos con programas, servicios y un calendario de eventos que invite a visitarlos y a compartir la ciudad. En este sentido, cobra relevancia el avance del programa de Parques Urbanos impulsado por la Presidenta Bachelet, que al término del gobierno dejará 60 nuevos parques en ejecución y 41 parques urbanos inaugurados. También destaca el anuncio del expresidente Piñera de generar un Ecoparque Educativo en el zoológico del Cerro San Cristóbal, aumentando de 4,8 a 16 hectáreas. El Parque Metropolitano de Santiago recibe 4,5 millones de visitas al año, mientras los centros comerciales reciben cerca de 60 millones. Si sentimos que nuestra vida citadina es estresante, egoísta y dura, y si realmente queremos cultivar valores cívicos de convivencia, comunidad y respeto por el otro, valorar la vida sana y la naturaleza, sin duda todavía nos falta parque.