A partir de la dictación de la Ley 20.423 el año 2010, la Subsecretaría de Turismo ha estado abocada a generar la nueva institucionalidad de las Zona de interés turístico (Zoit), dictando el reglamento que fija el procedimiento para la declaración de las mismas y desarrollando los procesos internos para dar vida a ese procedimiento. Evidentemente, como toda cosa nueva, no ha estado exento de dificultades, pero en el reciente Comité de Ministros del Turismo se sometieron a aprobación las primeras cuatro. En esta etapa, antes que empiecen a funcionar las nuevas Zoit, es importante alinear las expectativas respecto a qué son y para qué sirven.
Más allá de lo que dice la ley, la declaración de las Zoit cumple diversas finalidades. En primer lugar, reconoce a una zona como turísticamente atractiva. Aquí surge el cuestionamiento respecto a si esta condición turística debe estar ya desarrollada o si basta que tenga potencial para ser declarada Zoit. Creo que lo que falta en este país es diversificar la oferta y fortalecer aquellas áreas que son muy atractivas pero que están poco desarrolladas en términos de servicios turísticos e infraestructura. Así, las declaratorias deberían recoger a aquellas que hoy son un destino turístico reconocido pero que debemos seguir fortaleciendo turísticamente, y también a aquellas que ven en el turismo una actividad económica relevante para la comunidad local, que pone en valor el patrimonio de la zona y tienen un potencial turístico relevante.
En segundo lugar, la declaratoria permite que se prioricen la ejecución de programas y proyectos públicos de fomento al desarrollo del turismo, por lo cual es relevante que la facultad de declarar las Zoit esté radicada en el Comité de Ministros, el cual está integrado por todos aquellos ministros cuyas carteras, de una u otra forma, tienen incidencia en el turismo. En este aspecto, es fundamental el trabajo que realice el gestor o gerente de la Zoit, quien deberá articular a los diversos actores locales para llevar adelante iniciativas que beneficien a la Zoit. En este punto es importante alinear las expectativas de quienes están en este proceso, pues no se trata que el MOP, el Ministerio de Economía o el CNCA vayan a destinar una línea de financiamiento especial para estas zonas, sino que habrá que canalizar los esfuerzos que se hacen, especialmente a nivel regional. Es por esto que es tan relevante la asociatividad de los actores locales al momento de solicitar la declaratoria y después para gestionarla, siendo esencial la participación del municipio, e ideal la del Gobierno Regional.
En tercer lugar, a mi parecer la más relevante, es que la postulación te obliga a realizar un completo Plan de Acción que guiará el desarrollo de la zona de interés turístico. La ejecución de este Plan es lo que verdaderamente hará la diferencia entre una zona u otra. De hecho, creo que la formalidad de la declaratoria no es relevante si es que efectivamente hay comunidad asociada, organizada y coordinada para sacar adelante los proyectos que se necesitan para lograr un mayor posicionamiento turístico. Desde esta perspectiva el rol del gestor o gerente es clave y así lo deben entender las corporaciones que se formen para gestionar las Zoit. El éxito o fracaso dependerá en gran parte de la persona contratada para este rol.
Este plan de acción debe estar alienado con la Planificación de Desarrollo Turístico Regional elaborada por el Servicio Nacional de Turismo, pues eso permitirá aunar las fuerzas y potenciar los esfuerzos que se están realizando a nivel nacional y regional. El trabajo conjunto y alineado facilitará la generación de proyectos y programas que beneficien a las Zoit, debiendo ser una línea de acción de Sernatur regional desarrollar un trabajo conjunto y apoyar en el levantamiento de financiamiento.
Aquí estamos frente a una herramienta de gestión más que de protección y conservación, entendiendo que esto resulta fundamental para el desarrollo turístico pues los recursos naturales, históricos y culturales son los atractivos turísticos con que cuentan estas zonas. Por eso, deben utilizarse y fortalecerse otros instrumentos y sistemas que están destinados a otorgar una protección patrimonial y/o ambiental y que complementan estas declaratorias de Zoit.
El éxito de este instrumento está por verse en los próximos años. Hoy tenemos una institucionalidad que facilita el desarrollo de las áreas declaradas Zonas de Interés Turístico. Sin embargo, la institucionalidad no basta. Es el trabajo asociativo el que marcará la diferencia. Son nuestros municipios, asociaciones gremiales, prestadores de servicios turísticos, la industria turística en general, las instituciones de educación superior, la comunidad local y también las autoridades, los que tienen la palabra. Aquí se necesitan todos. El desarrollo local será la clave.