"Está medio difícil (...) estoy todo el día con Mario Vargas Llosa", responde Axel Kaiser - el hombre del momento en Twitter - al primer contacto de La Tercera PM.

Pese a que han pasado varias horas desde la polémica que protagonizó ayer, el nombre del abogado continúa como tendencia en la red social.

El momento que se ha viralizado en redes sociales y que tiene al abogado en el "ojo del huracán" ocurrió la noche del miércoles, en el marco de la visita del Premio Nobel de Literatura a Chile, instancia en que la Fundación para el Progreso - de la que Kaiser es director ejecutivo - organizó un conversatorio titulado: ¿Qué es ser liberal? en el que ambas figuras dialogaron sobre el tema.

En medio de esa actividad, Kaiser realizó una pregunta sobre las dictaduras que fue tajantemente rechazada por el escritor. Este fue el polémico diálogo:

- ¿Cuántos en esta sala preferirían vivir en la dictadura de Maduro o en Cuba que lo que fueron los años 80 en Chile? Probablemente nadie. Y aquí viene la segunda pregunta que te quiero hacer ...", dijo el abogado siendo interrumpido inmediatamente por el Premio Nobel de Literatura.

- Esa pregunta yo no te la acepto (...) Porque esa pregunta parte de una cierta toma de posición previa. Que hay dictaduras buenas o que hay dictaduras menos malas. Y no, las dictaduras son todas malas, respondió tajante Vargas Llosa ante el estallido de aplausos del público.

- Está muy bueno, esa era la reacción que yo quería generar, contestó Kaiser visiblemente incómodo.

- Las dictaduras son todas malas. Algunas pueden traer algunos beneficios económicos a ciertos sectores. El precio que se paga por eso es intolerable. Inaceptable. Yo creo que entrar en esa dinámica es un juego peligroso, que nos conduce a pensar que en algunos casos las dicturas son tolerables, aceptables. Eso no es verdad. Todas las dictaduras son inaceptables", reiteró Vargas Llosa.

Un día después de la entrevista al Nobel, Kaiser respondió a La Tercera PM sobre la polémica de la que fue protagonista:

- ¿Con qué sensación te quedaste después del conversatorio con Mario Vargas Llosa?

- He compartido con Mario en muchas ocasiones. Él tuvo la amabilidad de recomendar mi libro sobre populismo y tenemos una visión muy similar en casi todos los temas. Fue muy interesante la conversación y creo que logré poner temas polémicos pero muy relevantes en discusión. La verdad no quería hacer una entrevista plana y busqué expresamente hacer algo que generara la necesidad de pensar y discutir sobre temas delicados y cubiertos de un manto de tabú. No es fácil hacer eso en un ambiente capturado por el culto al escándalo.

- ¿Te arrepientes de haber realizado esa pregunta?

- La verdad es que la pregunta pudo formularse mejor para despejar dudas. Ciertamente condeno todas las dictaduras y eso lo dejo claro en la pregunta. En ella afirmo que todas son malas pero que tal vez algunas son menos malas si se analiza el nivel de daño que causan a la población. Me parece que es un punto muy de fondo que vale la pena ser discutido.

Hayek y Berlin, dos de los pensadores que inspiran a Mario, también argumentaron en esa línea. Lástima que en tiempos de auge popular antidemocrático en muchas partes, el tema se evada por privilegiar el conmocionismo. No podemos defender la democracia sin conversar en serio y desprejuiciadamente sobre ella. Eso es lo que busqué porque me preocupa mucho lo que señalan encuestas sobre la imagen de la democracia entre nuevas generaciones donde esta es cada vez más impopular.

- ¿Tú crees que hay dictaduras menos malas?

- Quiero ser claro: todas las dictaduras son malas sin excepción desde el punto de vista moral. Yo mismo muchas veces he condenado sin ninguna ambigüedad los abusos en el régimen de Pinochet. Curioso que ahora los que me atacan no lo digan. El tema es que si analizamos el nivel de daño que causan a sus poblaciones hay algunas que claramente son más dañinas. No veo cuál es el escándalo en decir algo tan obvio. La China de Mao por ejemplo con 70 millones de muertos parece ser más dañina que el Singapur autoritario o que la misma China de Deng Xiaoping menos totalitaria que la anterior.

Hay grados en esta materia así como hay en otras. Ese era el punto de mi pregunta, la que era una introducción al tema más amplio de cómo la popularidad de sistemas antidemocráticos ha aumentado peligrosamente, algo que Mario reconoció cuando dijo que muchos regímenes autoritarios eran populares. Bueno debemos tratar de entender por qué lo son para combatirlo. Ese es el tema que deberíamos debatir sin temor si realmente somos demócratas y queremos preservar la democracia, no darla simplemente por sentada, pues así se puede perder y eso es siempre una tragedia.

- ¿Qué te dijo Mario Vargas Llosa cuando terminó el conversatorio?

- El la pasó bien en el diálogo por lo que he sabido y no tiene problemas con preguntas provocadoras. Por ejemplo la pregunta que le hice sobre Venezuela y que contestó sin rodeos diciendo que apoyaría un golpe de estado para restaurar la democracia y la libertad. Al final estas cosas caben dentro de la tolerancia que promovemos los liberales. Además hay una causa compartida, estamos del mismo lado - esa es la gran ironía de todo esto- y una relación amistosa de hace años y ese aprecio es lo más importante al final del día. Será una anécdota para recordar con humor en el futuro.