El impacto en Colombia por el incierto futuro del acuerdo de paz

El triunfo del uribista Iván Duque en las elecciones presidenciales de Colombia no solo impidió que la izquierda accediera al poder por primera vez en este país, sino que también supone una victoria para la mayoría de los colombianos que votaron "No" en el plebiscito sobre los acuerdos de paz firmados en 2016, entre la guerrilla de las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos, campaña liderada por Álvaro Uribe. El expresidente (2002-2010) es el otro gran ganador de la jornada electoral ya que fue él quien impulsó la candidatura de Duque.

En su discurso frente a los cientos de seguidores que lo esperaban anoche tras conocerse los resultados oficiales que le otorgaron el 53,98% de los votos, Duque manifestó que "esa paz que añoramos, que reclama correcciones, tendrá correcciones para que las víctimas de verdad sean el centro del proceso y garanticemos verdad, justicia, reparación y no repetición".

"Para Duque lo importante es la verdadera práctica de los acuerdos. Es decir, los principio de justicia, reparación y no repetición. Lo que se está viendo en la implementación de los acuerdos, es que la impunidad es la constante, entonces digamos que Duque va a tener que desarrollar una tarea de revisión", señaló a La Tercera PM Vicente Torrijos, profesor emérito de ciencia política en la Universidad del Rosario de Bogotá. Aquello podría incluso significar que los exguerrilleros que llegarán al Congreso el próximo 20 de julio, con los 10 escaños cedidos en los acuerdos de paz, podrían perder su cargo si eventualmente son condenados por delitos de lesa humanidad. "(En su gobierno) no habrá ni tolerancia, ni flexibilidad ni complacencia", agregó este experto.

Duque ha manifestado en campaña que no hará trizas los acuerdos de La Habana pero que sí habrá modificaciones. Según Pedro Luis Pemberthy, analista de la Universidad Nacional de Colombia, en Medellín, aquellas modificaciones serían en dos sentidos: para la base guerrillera y para la cúpula de las FARC. "Mantendrá el acuerdo para la base guerrillera, para ellos habrá indulto y amnistía, y mantendrá todo lo que sea conservar el desarme. Pero con la cúpula sí va a hacer cambios", comenta el experto. "Los va a someter a la justicia y seguro va a contemplar la extradición como una real posibilidad", dice.

Un par de horas después de que Iván Duque expresara su discurso de triunfo, la exguerrilla expresó mediante un comunicado su disposición de reunirse con él, para conocer sus puntos de vista sobre la implementación del acuerdo de paz. "Interpretar el resultado, como una patente para desconocer lo andado en materia de paz y burlar los compromisos adquiridos por el Estado, frente a la sociedad colombiana y la comunidad internacional, lo único que logrará será llevar a la nación a un nuevo ciclo de múltiples violencias; algo que las generaciones presentes y futuras jamás perdonarán", manifiesta el partido FARC.

Pero los cambios que buscaría hacer Duque no serían precisamente tan sencillos. Una reforma en relación a la jurisdicción especial para la paz (JEP), que es la justicia transicional en los acuerdos, sería compleja. "Esa contrarreforma requeriría un cambio constitucional y eso no solamente requiere una coalición amplia en el Congreso, que hasta ahora no tiene y tendrá que ver, sino que también requiere un periodo largo para poder ser puesto en marcha", explica el analista colombiano Jorge Restrepo. Pero lo que sí le sería más fácil y efectivo, es aquello que tiene que ver con la implementación del acuerdo en relación a los programas y políticos de reforma rural, que solo bastaría con reducir los recursos dirigidos, sostiene el experto.