La cadena de errores que terminó con una tortura dentro del penal

La tortura que vivieron en la cárcel Santiago I los imputados ecuatorianos, quienes están formalizados por el homicidio de una mujer en Barrio República, no fue espontánea ni correspondió al azar. Tuvo que pasar una cadena de errores por parte de funcionarios de Gendarmería, los cuales dieron forma a la "tormenta perfecta" que permitió que cerca de 50 internos del módulo 11 los torturaran.

Esta seguidilla de equivocaciones quedó plasmada en un informe de Gendamería, el que muestra un set de fotos del Departamento de Investigación y Análisis Penitenciario, que da cuenta del ingreso que los imputados ecuatorianos hicieron a Santiago I.

De acuerdo a las imágenes del set fotográfico, no hay registro de las agresiones que ambos internos sufrieron ese 20 de junio. ¿La razón? Las cámaras del penal nunca grabaron.

Así lo concluye el informe que envió la PDI el 21 de junio pasado a la Fiscalía Centro Norte.

"En base al análisis de las diligencias realizadas, tales como declaraciones policiales, trabajo en el sitio del suceso, constatación de lesiones a las víctimas y el video que circula en las redes sociales, fue posible acreditar la veracidad de los hechos, en el sentido que los internos Cristián Romero y Jonathan Chávez fueron víctimas de agresiones físicas y psicológicas al interior del módulo 11", dice el documento.

Respecto a las cámara de televigilancia, se señala que "en base a la declaración policial del cabo Milto Miranda Bustamante, quien a esa hora se encontraba de turno en la sala de tecnovigilancia señaló que alrededor de las 16.30 horas recién (tomó) conocimiento del hecho ocurrido en el módulo 11 (las torturas ocurrieron entre las 12.00 y las 13.50 según la fiscalía) ya que el sargento Héctor Palma Silva, encargado de la guardia del módulo, no dio aviso por ningún medio de lo que estaba sucediendo al interior, razón por la cual no existe grabación de los hechos".

El gendarme Palma Silva hoy se encuentra en prisión preventiva, luego de que la fiscalía lo formalizara por hacer "vista gorda" a las torturas pese a ser el encargado del módulo. Sin embargo, él se defendió ayer a través de una carta escrita desde la cárcel, señalando que "en vez de que me den una medalla por salvarle la vida a dos internos, estoy privado de libertad".

El gendarme Miranda Bustamente, a cargo de las cámara de televigilancia, declaró como imputado ante la PDI y apuntó a que fue su compañero Palma quien tiene la responsabilidad de lo ocurrido: "Hoy (el día de los hechos) hubo visitas para los internos del módulo 11, comenzando a las 9.00, prolongándose hasta las 12.40 horas aproximadamente. En ese lapso de tiempo, por razones técnicas y de seguridad, la cámara que se encuentra en el patio del módulo 11, se deja de observar, dándole prioridad a la cámara que está en la sala de visitas, volviendo a enfocar el patio una vez terminada la vista".

Agregó que "una vez terminada la visita, tanto yo como el cabo Parra, no cambiamos la imagen del monitor quedando este mostrando la sala de visitas por lo menos hasta las 14.00, la cual ya se encontraba desocupada".

Luego, culpó a su compañero Palma de ser negligente en su actuar: "En relación al incidente ocurrido en el módulo 11, alrededor del medio día, debo señalar que nosotros no tomamos conocimiento hasta alrededor de las 16.30, ya que cuando ocurren este tipo de hechos en algún patio el funcionario que se encuentra en la guardia del módulo es quien debe dar aviso por la forma más expedita a la sala de tecnovigilancia, para así tener apoyo visual y registro de lo que está sucediendo, dinámica que hoy no ocurrió en el hecho señalando ya que el sargento Héctor Palma que se encontraba de servicio en ese módulo no tomó contacto por ningún medio con esta sala de televigilancia".

Señaló que "a raíz de varios procedimientos que se produjeron entre las 12.00 y las 14.00, donde tuvimos que estar operando las cámaras, se nos olvidó volver la imagen de la cámara que apunta hacia el módulo 11, quedando esta fija en la sala de visitas, por un lapso de tiempo mayor a la finalización de la visita".