La tragedia de una madre y sus dos hijos

joven descuartizada
Velorio de la joven de 17 años en la Iglesia "Antorcha de la Fe" en la comuna de La Pintana.

El miércoles se conoció la historia de la joven de 17 años que fue encontrada descuartizada en un sitio eriazo de la población El Castillo, en La Pintana. Los principales sospechosos son su hermano y la polola de este. Ambos están formalizados. Este vienres se efectuó el funeral.


Estaban de cumpleaños con un día de diferencia. Ella nació un 6 de agosto y su hermano celebraba los 5 de agosto.

"Tal vez esta cercanía en sus fechas de nacimiento los hizo ser tan unidos a lo largo de su vida, porque así los veía yo, unidos", dice Katherine Parra, mamá de la joven Alexis, de 17 años, y de Axel Chandía (19), dos hermanos que esta semana causaron conmoción a nivel nacional por ser los protagonistas de una terrible historia policial.

El reciente miércoles 21 se encontraron partes del cuerpo de la adolescente en un sitio eriazo, en el sector de El Castillo, comuna de La Pintana. Los peritajes policiales preliminares, así como la declaración de algunos involucrados, indican que unos días antes la joven fue golpeada y descuartizada supuestamente tras una riña, que habría comenzado por una polera.

Así, tras el primer hallazgo en aquel lugar, el resto de su cuerpo fue hallado por la PDI en una casa de Puente Alto.

Este jueves, en el 15° Juzgado de Garantía de Santiago, la fiscalía formalizó por el delito de "homicidio calificado con alevosía" a su hermano Axel y a la pareja de este, , L.D.K.S, de 17 años. El primero quedó con prisión preventiva y la menor bajo el sistema de internación provisoria en un centro del Sename por 100 días, plazo que dio el tribunal para la investigación. Ambos arriesgan la pena de presidio perpetuo.

Ceremonia

Este viernes, cerca de las 14.00 horas, el cuerpo de "La gatita", como le decía su madre a la víctima, salía del Servicio Médico Legal para llegar hasta la Iglesia Antorcha de la Fe, en la población Gabriela Mistral, de La Pintana, donde fue acompañada y despedida por parientes y cercanos.

La angustia y la tensión eran evidentes en la familia. Muchos se miraban, se abrazaban, trataban de explicarse lo ocurrido. Rencillas antiguas, historias viejas, todo parecía ya casi de más. Bruno, el pololo de la joven Alexis, no paró de llorar.

Muchos de los asistentes comentaban la buena relación que existía entre los hermanos. Quien más lo enfatizaba era su madre.

"No lo puedo entender, que una persona que te quiera tanto te haga eso, Axel daba la vida por su hermana y ella también por él. Tiene que haber otro tema, otra cosa. El la quería mucho, no puede haber pasado esto", dice la progenitora.

Lazos de infancia

Desde niños, la vida de los hermanos Chandía Parra fue complicada. Sus familiares cuentan que cuando Áxel tenía seis años, el padre de ellos murió ahogado tras salvar a su hijo Áxel. Nadie quiso profundizar en ese hecho. Ni dónde ni cómo. Si fue un río o en el mar. Pero una a una, diferentes voces en el sepelio fueron recordando aquel episodio traumático, que marcó a la familia completa.

Desde ese momento, aseguraron los mismos, la unión se intensificó entre ellos. "Pero también el mayor de los hermanos se sentía culpable por lo que pasó. Desde hace tiempo que venía mal", recuerda Eduardo Aguilar, su tío.

Con el paso de los años, la angustia de Áxel fue creciendo y se confundió con el presunto consumo de sustancias ilícitas. "El vivía así, en ese mundo", cuenta otra cercana, de forma difusa, pero al mismo tiempo clarificadora.

Su hermana, Alexis, intentó que ambos, junto a sus respectivas parejas, pudieran salir adelante. De hecho, dentro de una semana iban a comenzar a estudiar en la enseñanza nocturna.

"Ella tenía que terminar su cuarto medio; por eso se matriculó en el Colegio Iberoamericano, aquí en La Pintana. Incluso estaban los dos matriculados, ella había inscrito a Áxel", dice Katherine Parra.

El plan de la joven era terminar su enseñanza media para estudiar Medicina Veterinaria en España. Lo soñaba junto a otro de sus hermanos. Eso lo recuerdan todos en el barrio.

"El Bruno (pololo) la estaba esperando para estudiar en la universidad, porque él terminó el colegio y se puso a trabajar. Le dijo: tú termina de estudiar y empezamos juntos. Él la amaba caleta, estaba súper enamorado", manifiesta entre lágrimas su madre.

Los sueños de poder ser una profesional y viajar al extranjero se vieron truncados para la adolescente, quien durante los últimos días se dedicó a estar con su pololo y hacer las labores de la casa. Ya planificaba su vuelta a clases los próximos meses, cuando e iba a graduar de 4° medio.

¿Qué ocurrió?

La madre de ambos hermanos, quien además está a cargo de otros tres menores, cuenta cosas obviamente terribles. Las repite y las repasa, como un camino ciego. Que ese 15 de marzo les cambió la vida para siempre, que llora con angustia. Y que fue la droga la responsable de truncar a su familia.

"Dicen que estaba hasta fumando pasta, pero yo nunca lo ví con eso; él consumía Clonazepam, creo que lo mezclaba con bebidas, con alcohol, con otras cosas, no sé, tal vez marihuana", explica Katherine, intentando una hipótesis.

Al preguntarle a la madre si la joven también consumía drogas, la respuesta es: "Ella sí consumía marihuana, tenía sus plantas bonitas y yo la dejaba las tuviera, pero no le gustaba el trago ni ninguna cosa fuerte, no era lo mismo que el Áxel".

Familia y amigos siguieron repartiendo abrazos en el templo y en el barrio. "Estos momentos han sido los más fuertes para ellos desde que se fue el papá, hoy  están viviendo su segunda pérdida", contó una vecina.

"La Alexis era la única mujer de sus hermanos, la princesa de la casa, le gustaban los animales y el color rosado", dijo la misma mujer. Por eso los globos y las flores que llevaron hasta su despedida.

La investigación de la fiscalía respecto de la eventual responsabilidad de Axel recién está comenzando. Por ahora, el joven permanece en prisión preventiva. Las penas que arriesga son altas, al igual que su pareja.

En Puente Alto, en su barrio, prefieren no seguir pensando en nada.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.