Cristián Valenzuela
Hoy, La Araucanía y Arauco cumplen 365 días bajo estado de excepción, lo que lejos de ser una anomalía, se convirtió en una realidad habitual. No existe, desde el retorno a la democracia, un gobierno que haya utilizado de manera tan extendida esta herramienta para enfrentar un problema de inseguridad como el que se vive en la zona sur de nuestro país.
Más que recomendar acciones o intentar fijar enseñanzas para otros en el sector, lo que hay que hacer es analizar la propuesta Republicana, valorar sus aciertos y enmendar sus errores, pero dejar de tratarlo como un fenómeno de nicho, extremo o pasajero.
Los responsables son aquellos que, de manera artificial, alimentaron un conflicto y lo hicieron estallar con violencia y aparente indignación. También, en buena medida, son responsables quienes en vez de presentar objeciones a ciertos diagnósticos y sostener con firmeza sus legítimas posiciones, cedieron ante la presión y se entregaron, irreflexivamente, a soluciones fáciles y aparentemente virtuosas...
En medio del estado caótico que vive el país, necesitamos un hombre o una mujer que lidere con fuerza y decisión las soluciones y un camino de salida a esta enorme crisis que enfrentamos los chilenos.
Creer que el tema de los indultos es un asunto jurídico o administrativo, es minimizar la muerte de Álex Salazar y la de cientos de funcionarios de Carabineros, PDI y Gendarmería que han perdido la vida sirviendo a su país. Al contrario, las acciones y omisiones del Presidente Boric, la desprolijidad de sus ministros y la ambigüedad de la coalición que los apoya, es lo que más insulta a la memoria de Álex y otros mártires.
Belén Mora presentó una rutina aburrida, llena de garabatos y reflexiones ordinarias; con una forzada sección de resentimiento –disfrazada de crítica social– y abusando de un recurso cuestionable, como reírse de familia a un punto que ya resultaba incómodo. Belén Mora podrá ser una gran actriz de programas de farándula, pero como humorista deja muchísimo que desear.