China y Chile, situados respectivamente en el hemisferio norte y en el hemisferio sur del planeta, con una distancia entre sí de más de 19.600 kilómetros, incluso en avión se necesitan por lo menos 28 horas para llegar de un lugar a otro. Sin embargo, actualmente en numerosos mercados de China, se pueden comprar fácil y convenientemente diversas frutas como cerezas, aguacates, kiwis, manzanas, entre otras frutas provenientes de este país sudamericano. Y en las calles de la ciudad de Santiago, los ciudadanos actualmente pueden usar autobuses eléctricos, fabricados por BYD, el principal fabricante de vehículos con nuevas fuentes de energía de China.
Hasta el día de hoy, hay un total de 283 buses eléctricos de la marca china BYD que se han unido a la flota de transporte público de la capital, representando así un 74% de los buses eléctricos de la capital. ¿Por qué BYD está presente en el mercado chileno? ¿Cuáles son sus ventajas?
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La empresa multinacional china BYD efectúa en Chile acciones de relaciones con la comunidad.[/caption]
La compañía china se ha convertido en el mayor fabricante del mundo de vehículos con baterías eléctricas por tercer año consecutivo, y también es considerada como una de las diez empresas más innovadoras en el área de energías limpias. Actualmente, BYD tiene 30 fábricas en todo el mundo, tales como en Brasil, Francia, la India, Japón y Estados Unidos.
China y América Latina
A medida que los intercambios y el comercio entre China y América Latina se vuelven cada vez más frecuentes y estrechos, y sabiendo que el mercado latinoamericano es una de las regiones con más potencial, es un lugar muy atractivo para el gigante asiático. Entre estos países, destaca Chile porque siempre ha sido un pionero y líder en casi todos los campos de investigación y desarrollo de América del Sur.
A finales del 2017, el gobierno chileno implementó una estrategia a nivel nacional para la transformación de su sistema de transporte público, cambiando sus autobuses de combustible fósil por vehículos eléctricos, planteándose que, en los próximos 3 años, se reemplazarán los 5.300 autobuses existentes en Santiago por autobuses ecológicos. Esta estrategia también se planteó para contribuir con el medio ambiente y la salud de las personas en materia de calidad del aire.
La Franja y la Ruta
En abril de 2019, el presidente Sebastián Piñera realizó una visita de Estado a China para participar el Segundo Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, celebrado en Beijing y, además, visitó la sede mundial de BYD en la ciudad de Shenzhen, China, y estuvo acompañado por el presidente de BYD, Wang Chuanfu. Quienes conocieron esa visita afirman que Piñera quedó muy impresionado después de ver la nueva línea de productos de energías limpias de la compañía china y sus nuevos modelos de vehículos ecológicos. Piñera manifestó que el desarrollo general de BYD coincide con el plan de desarrollo para el futuro de Chile, expresando su deseo de fortalecer aún más la cooperación con BYD.
Sin ninguna duda, la compañía china BYD lidera la fabricación y la venta de vehículos de energías limpias en todo el mundo, justamente y dado que Chile es un país muy rico en recursos solares, eólicos, oceánicos y geotérmicos, puede utilizar estas energías limpias de manera racional y efectiva para su economía y el medio ambiente.
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Parte del equipo de BYD Chile, liderado por ingeniera chilena Tamara Berríos (al centro).[/caption]
En noviembre del 2018, los primeros 100 buses eléctricos de BYD llegaron a Chile y comenzaron a circular en la flota de la capital. El modelo tiene 30 asientos, capacidad para 81 pasajeros con aire acondicionado, puertos USB y conexión Wifi. Después de un año, la flota ha recorrido un total de 4.5 millones de kilómetros, ahorrando 21 toneladas de gases CO2.
El 15 de octubre del 2019, Chile abrió la primera línea de buses 100% eléctricos del país, que también es la primera ruta de buses 100% eléctricos en América Latina. Y estos 183 autobuses provienen de la compañía BYD.
La incorporación de los buses BYD se concretó de la mano de Enel, una exitosa alianza entre privados y el sector público.
