Al cumplir casi tres años como embajador de China en Chile, ya estoy profundamente enamorado de este país.
Los paisajes como el desierto de Atacama, las parcelas de cerezas de O’Higgins, los glaciares de Patagonia y los moáis de la Isla de Pascua, me han dejado impresiones inolvidables y lo que más me ha cautivado es el pueblo chileno, cálido, amable y lleno de esperanzas y aspiraciones para el futuro.
Este año se cumple el 71º aniversario de la fundación de la República Popular China y el 50º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Chile. El 15 de diciembre de 1970, la República Popular China y la República de Chile establecieron relaciones diplomáticas, iniciando una nueva trayectoria de cooperaciones amistosas de medio siglo. En los 50 años transcurridos, China y Chile han pasado por sus respectivos caminos de desarrollo extraordinario cosechando logros notables.
Hace 50 años, los dirigentes de China y Chile tomaron la histórica decisión de establecer relaciones diplomáticas superando múltiples obstáculos, cuya historia la han recordado la senadora Isabel Allende, el Expresidente Ricardo Lagos y Antonio Schnerider en sus artículos. Hay un proverbio chino que reza “el que beba agua no debe olvidarse de quien excavó el pozo”, y por eso recordaremos para siempre el papel pionero que han jugado los políticos chilenos como el Expresidente Salvador Allende, cuyo coraje político y gran visión son admirables.
En los 50 años transcurridos, los líderes chilenos han sido pioneros una generación tras otra explorando las relaciones con China. Chile es el primer país sudamericano en establecer relaciones diplomáticas con China, el primer país latinoamericano en subscribir un acuerdo bilateral sobre la adhesión de China a la OMC, el primer país latinoamericano en reconocer a China como plena economía de mercado y el primer país latinoamericano en firmar y actualizar el Tratado de Libre Comercio con China. Bajo el esfuerzo conjunto entre ambas partes, China se ha mantenido como el mayor socio comercial de Chile por diez años consecutivos y es el mayor destino de exportación de muchos productos chilenos como cobre, cereza, carne de cerdo, etc. En los últimos dos años, China también se ha convertido en la mayor fuente de inversión extranjera para Chile.
Las cooperaciones económicas y comerciales entre China y Chile han traído beneficios palpables a ambos países. El año pasado el comercio bilateral totalizó a casi US$ 41 mil millones. Habrá pasado desapercibido para muchos que frente a la economía mundial severamente afectada por el COVID-19, el comercio entre China y Chile ha mostrado fuerte resistencia, manteniendo la tendencia de crecimiento. De enero a julio del año en curso, a pesar de la disminución general del comercio chileno con otros países, el comercio bilateral con China ha registrado un fuerte crecimiento de casi 10% y las exportaciones chilenas a China han alcanzado US$ 14.2 mil millones ocupando 35,8% de la exportación total. El comercio con China se ha convertido en el punto culminante del comercio exterior de Chile.
Base de las cooperaciones
La base de las cooperaciones económicas y comerciales consiste en la promoción incansable de la amistad sino-chilena por parte de personas visionarias de ambos países. El poeta chileno Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura, hizo muchos viajes a China, dejándonos poemas como “China, avanza a pasos agigantados” que gozan de muchos elogios y una enorme popularidad en nuestro país. El pintor José Venturelli, quien vivió muchos años en China enseñando el grabado, creó tomando como referencia la técnica china de tinta y lavado, obras como El Río Yangtsé, cuadro pletórico de su profundo amor a China. Y su nieta, Malva Venturelli, está preparando una exposición de pinturas al óleo de José Venturelli y el pintor chino Feng Shaoxie para conmemorar el 50º aniversario. Antonio Schneider, un buen amigo mío, me contó que influenciado por el mismo José Venturelli, su padre Hans Schneider también viajó a China en 1960s y trabajaba muchos años para una revista de español.
Generación de los líderes de ambos países
El desarrollo rápido y estable y la madurez de las relaciones sino-chilenas no se logra sin la atención y promoción de generación de los líderes y parlamentarios de ambos países. En varias ocasiones les he consultado sus opiniones sobre el desarrollo de las relaciones bilaterales a los Expresidentes como Ricardo Lagos, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Michelle Bachelet, quienes siguen dedicándose a la causa amistosa entre China y Chile, y de cuyos conocimientos profundos y visiones incisivas he sacado mucho provecho. Tuve el honor de acompañar al Presidente Sebastián Piñera en su visita a China en abril del año pasado, quien estaba ocupado en asistir a las actividades consecutivas promoviendo los productos chilenos, fomentando las cooperaciones binacionales de alta tecnología y reforzando el conocimiento recíproco y la amistad entre ambos pueblos.
Sin duda, los empresarios de ambos países han hecho grandes esfuerzos para apoyar el desarrollo de las relaciones bilaterales. Alejandro García-Huidobro, quien vende grandes cantidades de cerezas a China cada año y ha viajado a China más de diez veces por este motivo, me ha contado que los chinos son sinceros y honestos, una vez que se establezca la amistad, será fácil hacer negocios con ellos. Cristián Leiva, presidente de la Federación Deportiva Nacional del Rodeo Chileno, quien ha enviado a su hija a China para estudiar el idioma, nos invitó a mandar gente a aprender las técnicas del rodeo. Quisiera agradecer al Sr. Andrónico Luksic, quien además de patrocinar los intercambios y visitas recíprocas entre la Universidad Católica de Chile y la Universidad Tsinghua de China, ha financiado el establecimiento de Tsinghua de su centro para América Latina en Santiago, y los jóvenes son una fuerza importante para asegurar el desarrollo duradero de las relaciones sino-chilenas.
Una nueva misión
Después de recorrer la trayectoria de 50 años, las relaciones sino-chilenas afrontan una nueva misión, ya que el COVID-19 ha causado una crisis de salud pública y desafíos socio-económicos sin precedentes en la comunidad internacional incluyendo a China y Chile, lo cual nos hace reflexionar profundamente sobre los temas de cómo fortalecer la resistencia de la sociedad y economía, promover desarrollo armonioso entre el hombre y la naturaleza, y explorar el rumbo de la globalización. Para encontrar sus respuestas, se requiere más que nunca una buena relación entre China y Chile.
Necesitamos el desarrollo de mayor calidad y la apertura de nivel más alto, por lo tanto debemos transformar el modelo de desarrollo que basa el crecimiento económico en el mayor consumo de recursos, dejando la innovación tecnológica, la interconexión digital, la economía verde y la protección medioambiental jugar un papel más importante. Frente a desafíos globales como el cambio climático, la comunidad internacional debe superar las barreras geográficas y mentales, llevando a cabo cooperaciones amplias y profundas e impulsando la construcción de un sistema de gobernanza global más justo y razonable. Como defensores del multilateralismo y la globalización, China y Chile tienen la responsabilidad de desempeñar un papel importante al respecto.
Después de 50 años de desarrollo, las relaciones entre China y Chile ya tienen una base sólida, capaz de enfrentar los diversos desafíos. Desde mi llegada a Chile, en casi tres años, los dos países han firmado más de 10 acuerdos de cooperación, concretando la exportación de productos chilenos a China como los productos de abeja, avellanos, aceite de salmón, peras frescas y cítricos etc. Estoy convencido de que si ambos gobiernos siguen ateniendo a los principios de respeto mutuo, trato igualitario, el beneficio mutuo y la ganancia compartida, las relaciones sino-chilenas alcanzarán nuevas alturas.