“Lo que no se puede atravesar es la Montaña Sagrada de color dorado, lo que se puede escuchar es el canto largo, siguiendo a la melodía con la que sueño, me lanzo al brazo de mi madre”. Este canto es usualmente acompañado por el armonioso sonido del violín de cabeza de caballo, la canción de la Montaña Sagrada de color dorado, parece contar lentamente una historia sobre la naturaleza, que es una de las canciones más representativas del Urtin duu.
El Urtin duu o “canto largo”, es una de las dos formas principales de cánticos mongoles, la otra es el “canto corto” (Bogino duu). Ambas ocupan un lugar especial en la sociedad de la etnia mongola y son objeto de veneración a tal punto que se las asocia con importantes celebraciones y festividades.
El Urtin duu se canta en las bodas, en la inauguración de una nueva casa, en el nacimiento de un niño, en el momento de marcar a los potros con un hierro al rojo vivo y en muchos otros acontecimientos sociales celebrados por las comunidades nómadas en la Mongolia Interior de China y en la República de Mogolia.
El Urtin duu también se puede interpretar durante la celebración del Naadam, donde se realizan competiciones de lucha, tiro con arco y carreras de caballos. Su letra suele retratar las inmensas praderas, los hermosos corceles, el cielo azul, y a sus cristalinos lagos.
El Urtin duu es un canto lírico que se caracteriza por su ornamentación, el falsetto, una extremadamente amplia gama de sonidos vocales y una composición de forma libre. La melodía ascendente es lenta y constante, mientras que la melodía descendente se entrecorta a menudo con un ritmo eufórico. La interpretación y las composiciones del Urtin duu están estrechamente asociadas con el estilo de vida ancestral de los nómadas mongoles que habitaban en la pradera.
Se cree que el Urtin duu apareció hace unos 2.000 años. Existen referencias de dicho arte en obras literarias que datan del siglo XIII. Además, se ha preservado hasta el día de hoy una rica variedad de estilos regionales, interpretaciones y composiciones contemporáneas de este arte, que siguen desempeñando un papel importante en la vida social y cultural de los nómadas que viven en la parte norte de la Región Autónoma de Mongolia Interior de China y en la República de Mongolia.
Desde los años cincuenta, la urbanización y la industrialización han reemplazado progresivamente a los modos de vida tradicionales de los nómadas, lo que ha dirigido la pérdida de muchas prácticas y expresiones tradicionales de su ancestral cultura.
Asimismo, grandes extensiones de los prados donde solían vivir como nómadas los guardianes de su tradición han sido víctimas de la desertificación, obligando a muchas familias a adoptar un modo de vida sedentario en el que muchos de los temas clásicos del Urtin duu, tales como el alabar las virtudes y las experiencias de los nómadas, pierden su sentido.
En julio del 2004, China expresó su deseo de solicitar conjuntamente con la República de Mongolia que el Urtin duu sea declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Un año después, en el 2005, la UNESCO declaró en París su tercera proclamación de obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad, en la cual constó el canto largo de los mongoles. A partir de entonces, ambos países tienen una estrategia de proteger este milenario arte tradicional.
Altantsetseg, guardiana de este patrimonio inmaterial, dijo que estudiar y proteger el Urtin duu es proteger la larga historia de la cultura de la pradera. “En los últimos años, varios representativos cantantes de este arte han fallecido y sumado a que el lugar natal del canto largo ha sufrido varios cambios, este arte se enfrenta a la desaparición”, expresó la artista.
Por esta razón, Altantsetseg fundó en el 2008 en su tierra natal un centro de formación para mantener vivo dicho arte. Además, ella invitó a su madre, la cual tiene más de 80 años de edad, para enseñar el Urtin duu a los alumnos del centro de formación.
Gracias a los esfuerzos conjuntos de los artistas y de los gobiernos, hoy podemos apreciar esta música tan maravillosa que es el emblema distintivo de la etnia mogola.