La realeza fue siempre el derecho de cuna de Carrie Fisher. Era hija de una de las parejas más famosas de Hollywood en los años 50: Eddie Fisher, uno de los cantantes más exitosos de la época, y Debbie Reynolds, quien con apenas 24 años, era ya una de las mayores estrellas femeninas de la pantalla grande.

Fisher se debió acostumbrar desde muy temprana edad a las luces. Cuando tenía dos años, su familia se disolvió con escándalo: su padre dejó a su madre para casarse con la mejor amiga de ésta, la actriz Elizabeth Taylor. Más adelante, Fisher sería muy crítica de su padre, y hablaría de cómo el vivir toda su vida en el mundo del entretenimiento marcó sus adicciones.

Su propio camino en el "negocio familiar" comenzó en 1975, cuando apareció en la comedia Shampoo, con Warren Beatty, cuando apenas tenía 19 años. Pero su salto a la fama llegaría dos años más tarde, cuando inmortalizaría la frase: "Ayúdame Obi-Wan Kenobi, eres mi única esperanza". Junto al resto del elenco de Star Wars (1977), pasaría rápidamente del relativo anonimato al estrellato mundial. La Princesa Leia, y su inolvidable peinado, se transformó en uno de los iconos más reconocibles de la saga galáctica. La única mujer protagonista de la historia representó una paradoja en el cine: tanto un símbolo de empoderamiento femenino como un objeto sexual.

Mientras Fisher extendía su éxito con El Imperio contraataca (1980) y El regreso del Jedi (1983), también seguía la tradición de sus padres con romances de alto perfil. Tras salir con el cantautor Paul Simon por seis años, se casaron en 1983. Se divorciaron al año, y luego volvieron a salir. Entre medio también estuvo comprometida con el comediante Dan Aykroyd y, según reveló este mismo año, tuvo un apasionado affaire con Harrison Ford, mientras filmaban la primera Star Wars, y cuando el actor estaba casado.

En la pantalla grande, Fisher nunca logró encontrar nuevamente el éxito que su personaje más famoso le otorgó. Tampoco pareció importarle. Se transformó en una exitosa escritora, guionista y comediante, transformando en humor sus tragedias y experiencias tras nunca haber abandonado Hollywood.

Hasta sus últimos días, nunca renegó de Leia Organa. "Me preguntan mucho qué se siente interpretar de nuevo a Leia. ¡Y yo nunca dejé de hacerlo!", dijo en julio de este año, haciendo referencia a su reaparición como el personaje en el Episodio VII: El despertar de la Fuerza (2015). "Siempre he sido Leia y siempre lo seré. ¿Creen que la gente me dice Carrie en la calle?".

La Princesa aún tiene una aparición más pendiente. Las grabaciones del Episodio VIII, que tiene a Fisher en el elenco, ya finalizaron, y la película se estrenará en diciembre de 2017.

"Si mi vida no fuera graciosa, entonces sólo sería real, y eso es inaceptable", dijo la actriz en 2011. Carrie Fisher hizo de todo, menos tener una vida aburrida.