El presente de Estados Unidos ha estado marcado por la explosión de diversas crisis sociales que durante años se intentaron manejar en segundo plano. Desde el racismo imperante en contra de la población afroamericana, hasta el sexismo hacia a las mujeres y la discriminación, muchas veces violenta, hacia las minorías sexuales. Crisis que han abierto la discusión en el mundo del entretenimiento, donde a Hollywood se le ha criticado constantemente por la predominancia de blancos y heterosexuales, tanto delante como detrás de cámaras. Y cuya máxima representación han sido las últimas dos ceremonias de los premios Oscar, donde de 20 nominados en categorías de actuación, ninguno ha sido afroamericano, latino o asiático.
Por otro lado, la televisión ha sido enfática en un mensaje distinto, basado en su palabra favorita: "diversidad". Durante la última década, la existencia de programación que represente de forma más realista a la sociedad ha ido en aumento. Incluso en los premios Emmy, que tradicionalmente no apuestan a la sorpresa, han dado un giro últimamente y para la ceremonia de este año se pueden ver nominados como Black-ish, sobre una familia afroamericana; Master of none, creada y protagonizada por el comediante descendiente de indios Azis Ansari, y Transparent, sobre una mujer mayor transgénero.
Pero si algo ha quedado claro en las semanas recientes es que el tema de la diversidad está lejos de zanjarse en la pantalla chica. En el marco del TCA, la serie de conferencias y paneles de las cadenas norteamericanas organizados por la asociación de críticos televisivos, la diversidad no sólo fue un tema central, sino que, además, la validez del término fue cuestionada. "Estoy muy cansado de hablar de diversidad", dijo Kenya Barris, el creador de Black-ish (que en Chile se puede ver en Netflix) en el panel de su serie, con una molestia que acaparó titulares. "Estaré muy feliz cuando esa ya no sea una palabra. Está nublando la conversación. Tengo el mejor trabajo del mundo, pero me siguen preguntando por diversidad. Tengo los mejores actores, ¿qué me importa qué demografía esté mirando mi serie?", continuó.
Los cuestionamientos ni siquiera estuvieron ausentes en un panel dedicado sólo al tema, con actores, directores y productores de color o mujeres. "No soy muy fanática del término. ¿Qué tiene de 'diverso' el ser inclusivo?", dijo la realizadora de la serie cómica Survivor's remorse, Victoria Mahoney, agregando: "El verdadero problema es que hemos sido exclusivos demasiado tiempo. ¿Qué tal si dejamos de serlo y nos abrimos".
"La cantidad de preguntas respecto al tema dejó en claro que el debate sobre si el horario prime representa la sociedad norteamericana está lejos de terminar, a pesar de los avances", reportó el portal de entretenimiento Variety. Temas desde las limitantes a los roles femeninos -donde aún abundan papeles en donde la mujer es definida en torno a su relación con un hombre- hasta la poca presencia de creativos femeninos, LGBT o de color detrás de las series y programas.
Algunos salieron airosos de los cuestionamientos. FX, luego de haber sido indicado en 2015 como el canal menos diverso tanto en programación como a nivel de producción y ejecutivo, reveló en su panel del TCA que, durante el último año, 51% de los directores contratados son "mujeres y/o diversos". El presidente de la cadena, John Landgraf, hizo una autocrítica respecto a lo tardía de la medida: "fue una falta de liderazgo de mi parte".
La otra cara de la moneda la vivió CBS -que en Estados Unidos emite series como The big bang theory y NCIS– que históricamente ha sido una de las señales más criticadas por su homogeneidad. De las seis series nuevas, que estrenará de aquí a fin de año, todas están protagonizadas por hombres blancos. Si bien el drama legal Doubt presentará un gran avance en términos de inclusión, al incluir a la actriz transgénero Laverne Cox en un papel principal, la serie no verá la luz hasta 2017. La explicación que su presidente, Glen Geller, dio sobre ese aspecto, asegurando que "sabemos que tenemos que hacerlo mejor", no resultó suficiente ante la falta de medidas concretas. De hecho la Alianza Gay y Lésbica Contra la Difamación (GLAAD) la evaluó como la peor cadena en términos de diversidad para la temporada 2016-2017.
Así, a menos de un mes de la entrega de los Emmy de este año, el debate sobre la representatividad de la TV suma un nuevo capítulo y pocas respuestas.