Retro-Series: triunfos y fracasos cuando la televisión se pone nostálgica
Stranger Things se transformó en un fenómeno, mientras series como Vinyl no despegaron.
Es una norma del entretenimiento: cuando las ideas escasean en el presente, la respuesta puede estar en el pasado. La nostalgia es un recurso común en cine y televisión. Sólo hay que ver la cartelera local o los nuevos estrenos que planea la pantalla chica para darse cuenta que la mayoría busca revivir un fenómeno de otra época.
Pero en 2016, la nostalgia está lejos de ser una fórmula asegurada de éxito. Los triunfos y fracasos en series este año han dejado en claro que tan importante como volver atrás, es cómo ejecutarlo.
Vinyl, Stranger things y The get down son tres de las series de mayor perfil del año -y varios millones de dólares en inversión- y las tres son producciones cuya base es la nostalgia por décadas pasadas. Pero Vinyl, como es sabido, es el fracaso televisivo de la temporada, a pesar de los importantes nombres que tenía detrás, como Martin Scorsese y Mick Jagger. La historia sobre la industria musical de los años 70 no conectó ni con la audiencia ni con la crítica y fue cancelada tras su primera temporada.
The get down, sobre el nacimiento del hip-hop en el Bronx a fines de los 70, ha sido recibida con comentarios tibiamente positivos, pero ha fallado en generar debate o un renacer de la cultura de esa década, siendo que fue uno de los proyectos más costosos para Netflix. Sólo Stranger things salió airosa del viaje en el tiempo. La producción, que homenajea sin pudor al cine de terror y fantasía de los años 80, se ha transformado en la serie más comentada del año. "Tras meses en que no nos pusimos de acuerdo ni siquiera en qué superproducción ver en el cine, Stranger things es lo más cercano que tenemos a un fenómeno de la cultura pop", escribió el medio online Vulture.
Más homenaje, menos drogas
¿Por qué la serie protagonizada por Winona Ryder triunfó donde Vinyl se hundió y The get down se estancó? Para Alan Sepinwall, crítico de televisión del medio online HitFix, la explicación se reduce a lo más básico: "Creo que sencillamente, Stranger things es una mejor serie. No tiene que ver con retratar bien o mal los detalles del período, sino que tiene mejores personajes, es más entretenida y tiene mejor ritmo".
Por otro lado, para Bill Harris, crítico televisivo del periódico Toronto Sun, y miembro de la Asociación de Críticos de Norteamérica (TCA), la preocupación por la veracidad histórica es justamente lo que le juega en contra a este tipo de series. "Stranger things se mueve en la nostalgia sin enredarse en los detalles de ésta. Es una historia ficticia que usa los 80 como contexto. Vinyl y The get down se exponen más al juicio popular, porque incluyen a personajes de la vida real y hechos históricos, y cuando no son tratados con cuidado, molesta. Incluso Mad men sabía que cuando se refería a hitos reales, sólo ocurrían en segundo plano, en la periferia de sus personajes originales", asegura, agregando que "Vinyl tiene además el problema que no era una buena serie. Queríamos saber sobre el negocio de la música en los 70 y en vez de eso vimos otra historia de adicción a las drogas, y de esas ya hemos visto mucho. Con The get down, creo que habría que esperar a ver si cuando estrenen nuevos episodios, consiguen mejor recepción".
Stranger things no sólo asoma como el gran triunfador de la nostalgia en 2016 en la pantalla chica. Prácticamente ninguno de los intentos del cine por captar la atención a través del revisionismo rindieron frutos. Cazafantasmas, Día de la Independencia y Ben-Hur intentaron tener nueva vida en Hollywood, fallando en el intento.
En una columna del Washington Post, agregan un detalle a la búsqueda de una explicación a la fórmula de Stranger things: "Atención a las palabras que no tiene: 'secuela', 'remake', 'reboot', 'reimaginación'. El sentimiento de nostalgia que inspira en los televidentes es ganado, porque viene envuelto en una historia original".
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.