El joven Conor O´Malley está entrando en la adolescencia, pero la edad poco importa cuando los problemas de la vida llegan y hay que hacerles frente. Su joven madre tiene cáncer y todo hace presagiar lo peor. La estrecha relación que madre e hijo tienen se contrasta con la lejanía que este posee con su abuela materna, una mujer dura y tan hermética en su personalidad como torpe en su relación con los sentimientos propios y ajenos. Y si en la casa las cosas no le van bien a Conor, en el colegio, ese reclusorio del aislamiento y la represión, las cosas son aun peores y recibe constantes palizas de un matón. El único escape que Conor posee es su imaginación. Amante del dibujo y de las historias, es ahí donde acude cuando el mundo se torna demasiado inasible y doloroso. Encerrado en su dormitorio dibuja y observa un antiguo árbol de tejo que puede ver desde su ventana. Una noche ocurre lo imposible. Justo cuando el reloj marca siete minutos pasada la medianoche, el gran árbol cobra vida y la entrega al chico un mensaje: le pagará 3 visitas, en cada una de las cuales una historia le relatará. En la cuarta visita, la historia deberá correr por parte de Conor y deberá ser solo la verdad.
Dirigida por el español Juan Antonio Bayona, quien realizara la estupenda El orfanato y la estúpida Lo imposible, Un monstruo viene a verme es una sensible fábula adulta que puede traer a la memoria la reciente El buen amigo gigante de Spielberg, pero la temática pronto difiere así como el arco dramático. Aquí nos encontramos con una historia íntima acerca del miedo y la rabia frente a las trasformaciones a las que la vida nos somete. Esas instancias en que la quietud y la felicidad se ven interrumpidas por fuerzas demasiado inmensas e imposibles de escapar. La decadencia e inminente muerte de un ser amado vista por los ojos de un chico que, a ratos, parece no ser tomado en cuenta por los adultos, pero que sabe de manera cierta que el momento final se acerca.
Protagonizada por Felicity Jones en el rol de la madre, Sigourney Weaver como la Abuela, es el pequeño Lewis MacDougall quien está descollante en el protagónico, un rol difícil, repleto de contradicciones y miedos. Es cierto que las historias que el Monstruo (voz de Liam Neeson) relata a Conor son más bien simples y casi tópicas, y que por sobre el final se siente la manipulación por lograr la lágrima en el espectador, pero Un Monstruo Viene a Verme no deja de ser menos evocativa y cálida, logrando un balance memorable entre realidad y esa magia que muchas veces nos gustaría que existiera en la vida.
Nota 6. Dirigida por JA Bayona. Con Lewis MacDougall, Felicity Jones, Sigourney Weaver. Drama, Fantasía. 108 minutos. Reino Unido, Estados Unidos, España, Canadá, 2016. Todo espectador +7.