En escena, el pintor surrealista Salvador Dalí aparece saltando, mientras una silla y tres gatos flotan en el aire, cuando un chorro de agua impacta el cuadro Leda atómica, que está a un costado.
La imagen, que pertenece al fotógrafo de Magnum, Philippe Halsman, conocido por sus retratos a Nixon, Sinatra y Monroe, fue disparada hace casi setenta años sobre papel de gelatina de plata, una técnica iniciada en la década de 1890 previo a la "revolución del color".
Titulada Dalí atómico, la fotografía juega con la idea de la suspensión y fueron necesarios algunos asistentes para lanzar el agua y hacer volar a los gatos. Cuando se tomó la fotografía en 1948, Dalí ya había pintado cuadros importantes, como La persistencia de la memoria (1931), y Halsman ya había publicado su serie de fotos sobre el bigote del pintor.
Según un reportaje de la época, la dupla requirió de seis horas y 28 tiros para alcanzar el tiro perfecto y hacer de la fotografía del pintor una imagen de culto.