En la madrugada del 27 de septiembre de 1986, Cliff Burton y Kirk Hammett jugaban naipes para matar el tiempo en el bus que los llevaba de gira por Suecia por su álbum Master of Puppets. Cuando se acercaba la hora de dar por finalizado el juego, decidieron que quien sacara el naipe más alto elegiría donde dormir, el azar determinaría quién vive y quién muere.
"La primera carta que Cliff sacó fue un as de espadas. Me miró y dijo: quiero tu cama. Y le dije: no hay problema, toma mi cama, yo dormiré al frente, probablemente sea mejor", contó Kirk Hammett al canal MTV.
Paradójicamente, Hammett fue el beneficiado al no obtener ese as.
Entre las 5 y las 6 de la mañana, un estruendo ensordecedor despertó de súbito a los músicos de thrash metal. El bus giró varias veces mientras derrapaba por la ruta escarchada entre Ljunby y Värnamo. Cuando el movimiento se detuvo, los miembros de Metallica salían como podían del vehículo que quedó de lado en la carretera sueca.
James Hetfield salió, Lars Ulrich salió, Kirk Hammett también estaba fuera, pero nadie escuchaba la voz de Cliff. Con 10 grados bajo cero, en medio de la confusión, se dieron cuenta que no había respuesta del bajista, hasta que Kirk vio que solo las piernas de Cliff salían debajo del bus.
"Me acerqué y traté de sacudirlo para despertarlo o lo que fuera, pero… no se movió", recuerda James Hetfield. Luego el conductor comenzó a sacar una manta, pero se vio detenido por Hetfield quien lo agarró diciendo con furia: "¡¡No te atrevas, aleja eso de él!!". Era muy pronto para dar por muerto a Cliff Burton.
Poco a poco, quienes estaban fuera comenzaron a calmarse para buscar ayuda y ellos mismos socorrer. Aún había gente al interior, pero a pesar de las heridas estaban bien. La única pérdida fue Cliff: elegir la cama que ocupaba Kirk fue letal, ya que las teorías apuntan a que fue esa la ubicación que hizo que saliera disparado con una fuerza tal que no pudo sobrevivir.
Se desconoce si murió con el primer impacto, pero no cabe duda de que su destino no era continuar. Cuando el bus dejó de moverse, quedó de lado y al comenzar las labores de rescate, una grúa intentó levantar la máquina, que nuevamente cayó sobre el cuerpo de Cliff. La esperanza de sus compañeros de banda se vio esfumada con ese segundo golpe.
James y Kirk se fueron en contra del conductor. Querían aclarar cuál fue la causa del accidente. El chofer lo atribuyó al hielo negro: el frío de Suecia logra acumular hielo, que sobre el asfalto de la carretera crea este efecto. Sin embargo, los amigos del fallecido bajista de 24 años no estaban convencidos de esta explicación.
"¿Qué hiciste? ¿Qué hiciste?", gritaba Kirk, mientras James le gritó: "¿Qué pasó? ¿Qué está pasando? ¿Estabas borracho?". Su única respuesta fue culpar al hielo negro, pero James dijo que caminó largas distancias de esa carretera y no encontró ningún vestigio de este hielo negro que el chofer culpaba.