Según un viejo mito que años después sus propios protagonistas corroboraron, aquella idea de la "furia contra la máquina", más que una consigna, surgió como anécdota, originada por los constantes desperfectos técnicos que sufría la camioneta que transportó durante sus primeras giras a Zack de la Rocha, Tom Morello, Tim Commerford y Brad Wilk. Con todo, Rage Against the Machine parecía el nombre perfecto para una banda que hizo de la revolución y el anticapitalismo sus banderas de lucha, y que entre 1991 y 2000 -más una reunión entre 2007 y 2011- se dedicó a poner a prueba las convenciones de la industria, los límites de las etiquetas musicales y, también, los tímpanos de todos los que alguna vez los vieron en directo.
Un cuarto de siglo después, Wilk, Morello y Commerford vuelven a demostrar su agudeza a la hora de bautizar sus proyectos artísticos. Esta vez acompañados en las voces por Chuck D (Public Enemy) y B-Real (Cypress Hill), dos nombres emblemáticos del rap norteamericano, los tres instrumentistas de RATM se reúnen bajo el nombre de Prophets of Rage, quinteto en el que retoman la fórmula de rock pesado y fraseos de hip hop, y cuyo debut a comienzos del año pasado coincidió con los albores del revuelto y polarizado ambiente que hoy vive la sociedad estadounidense.
"Creamos el grupo en plena campaña presidencial, donde no veíamos esperanza en ninguno de los candidatos. Por lo mismo, buscamos incitar a la gente para que juntos creemos un movimiento que mejore nuestras vidas, sin tener que esperar a que llegue un líder a hacerlo por nosotros", explica desde Los Ángeles Tom Morello, el activista y virtuoso guitarrista de 52 años, fundador de Audioslave y dueño de algunos de los solos y riffs más originales del rock moderno. Como parte de una gira sudamericana de Prophets of Rage, Morello prepara su regreso a Chile para el próximo 3 de mayo (Movistar Arena), a siete años de la "Batalla de Santiago", el potente e inolvidable show que dio en el Estadio Bicentenario de La Florida junto a Rage Against the Machine.
—Prophets of Rage se creó hace un año, en tiempos en que las opciones de que Donald Trump llegara a la Casa Blanca parecían improbables. En ese sentido fueron realmente profetas de esta disconformidad que expresa buena parte de su país.
—Bueno, ya en ese momento había tanto descontento en la sociedad estadounidense, hacia el partido republicano y también hacia el partido demócrata, que el escenario parecía tierra fértil para que un potencial tirano se apropiara del poder, que fue exactamente lo que ocurrió. Las inquietudes y necesidades de muchos de los partidarios de Trump son totalmente legítimas: gente blanca de clase trabajadora que ha sido dejada de lado por la globalización. Pero el uso de Trump del racismo y su ignorancia para confundir a la gente sobre las reales causas económicas de sus problemas, llevan el sello de un fascismo latente. Formamos Prophets of Rage para combatir ese fascismo.
—Todos sus proyectos han tenido algún tipo de discurso político pero en el caso de Prophets of Rage ese mensaje parece más urgente, surgido desde la resistencia.
—Definitivamente es urgente porque estamos viviendo tiempos realmente peligrosos. Desde un inminente desastre medioambiental a causa del calentamiento global, hasta el significativo aumento de la ideología racista de extrema derecha en el mundo. Pese a todo estoy esperanzado, porque siempre donde surge la injusticia también aparece la resistencia a esa injusticia, y para nosotros es importante ser la banda sonora de esa resistencia.
—De alguna forma, con la derrota de Hillary Clinton, la influencia de los artistas en la opinión pública estadounidense quedó en entredicho. ¿Cuál es el aporte real que pueden hacer los músicos ante este escenario violento y polarizado?
—Es importante que los músicos podamos reflejar los tiempos que vivimos, pero también generar cambios. La conexión de la gente en la lucha contra la injusticia trasciende fronteras y creo que puede amplificarse con la música que combate esas injusticias. En ese sentido, para mí siempre ha sido una influencia muy fuerte la obra y la figura de Víctor Jara, su valentía al usar la música para generar cambios sociales. Tengo una foto suya en mi oficina aquí en Los Ángeles y cuando estuve en Chile visité su tumba y la de Salvador Allende, ambos son héroes para mí.
—De hecho, en aquel concierto con RATM en Chile interpretó un cover de Víctor Jara.
—Sí, "Canción del minero". Además, la tocamos cuando los 33 mineros estaban atrapados y un par de días antes de su rescate, así que fue muy significativo para nosotros.
—¿Y tiene un significado especial volver a Latinoamérica y mostrar la música de Prophets of Rage fuera de EE.UU.?
—Absolutamente. Vamos a expresar nuestra solidaridad con una Latinoamérica que ha sido denigrada por la administración Trump, con toda esa gente a la que respetamos mucho. Solo he tocado en Latinoamérica aquella vez con Rage Against The Machine, y la de Chile fue una de las noches más potentes musicalmente hablando de las que me ha tocado ser parte. Fue realmente una noche inspiradora y uno de los públicos más intensos y alocados que he visto en mi vida.
—Otro de sus vínculos con Chile es Ana Tijoux, a quien fichó para su sello, Firebrand Records. ¿Qué le llamo la atención de su trabajo?
—Ana es una artista muy inspiradora, parte de una red global de artistas muy talentosos que usan su música para combatir la injusticia. La admiro mucho por eso y por su trabajo y es un honor poder trabajar con ella en Firebrand Records.
—Según ella misma contó, será parte de un próximo álbum que está preparando. ¿Qué nos puede adelantar de ese proyecto?
—Bueno, ese es uno de los proyectos que me mantiene ocupado estos días. He estado desde hace un tiempo trabajando en ese disco solista, un álbum colaborativo que reúne guitarras de rock pesado con algunos de mis productores de EDM (música electrónica bailable) favoritos, como Knife Party, Bassnectar, Pretty Lights, y también algunos de mis cantantes favoritos, gente de Wu-Tang Clan, Mumford & Sons y Ana. Espero que el disco esté listo este año, me falta grabar solo un par de canciones. Es importante que en estos tiempos peligrosos ocupemos todos los caminos que como artistas tenemos disponibles para expresar nuestras opiniones y no ser silenciados.
—¿Tienen pensado lanzar nueva música con Prophets of Rage este año?
—Estamos en el estudio en este momento, grabando material, así que apenas terminemos esta entrevista seguiré en eso. Hemos escrito cerca de diez canciones y las estoy grabando con Brendan O'Brien, productor de mis discos favoritos de RATM y Audioslave, y la verdad suena genial. Con el triunfo de Trump sentimos esa urgencia de grabar música y tener un nuevo mensaje para estos tiempos.
—Y a propósito de Audioslave… ¿hay planes de reunión del grupo, más allá del show que dieron el mes pasado?
—Lo pasamos muy bien tocando con Chris (Cornell) en el Anti-Inaugural Ball. Fue el primer show en doce años de Audioslave y aunque no tenemos planes inmediatos estamos completamente abiertos a cualquier posibilidad, seguimos siendo muy amigos así que no hay ningún impedimento para que volvamos a tocar más adelante.
https://www.youtube.com/watch?v=I7Nj_yrunB4