"Hola, soy Johnny Cash". Con esta sencilla presentación, el compositor y cantante de música country daba comienzo a todas sus presentaciones y el show que dio en la prisión estatal de Folsom en California no fue la excepción.

El 13 de enero de 1968, el músico subió al escenario vestido completamente de negro, como era tradición en sus shows. 'El hombre de negro', como fue apodado, no estaba recluido cumpliendo condena, estaba allí porque quería cantar a quienes pagaban por sus crímenes, lejos de su familias, privados de libertad.

Esta no era la primera vez que Cash presentaba su música al interior de una cárcel. En 1957, cantó en la prisión estatal de Huntsville en Texas y al año siguiente, él y su guitarra acompañaron a los reos en la prisión de San Quentin, California, en la víspera de Año Nuevo. Este show cambiaría la vida de Merle Haggard.

Con 20 años, Haggard cumplía pena de cárcel por el delito de robo. Durante su periodo de reclusión, presenció el show de Jonny Cash y encontró en la música country su vocación. "Cuando se marchó, todos en ese lugar se volvieron fans de Johnny Cash", dijo Haggard en entrevista con BBC.

Johnny tenía cercanía con quienes estaban tras las rejas. Su voz grave acompañada de la notas melancólicas imponían tal respeto que nadie se atrevía a interrumpirlo. La canción "Folsom Prison Blues" la compuso en 1955, pero tuvieron que pasar ocho años para interpretarla en la prisión misma.

Johnny decidió grabar su primer álbum en vivo cantándole a quienes cumplían condena. Así, creó su primer álbum grabado en vivo y el número 26 de toda su discografía, At Folsom Prison, el cual lideró el ranking country el año 1968. El disco consta de 16 canciones donde destaca su sencillez para componer piezas que emocionan y permiten empatizar con el protagonista de la historia.

El tema de apertura, "Folsom Prison Blues", con ritmo alegre, es una triste historia de un hombre que cumple condena y que, al ver pasar el tren, recuerda los consejos de su madre. Solo quiere tomar el tren y marcharse lejos de la prisión de Folsom, pero el dispararle a un hombre "solo para verlo morir" lo mantiene cautivo.

"Cocaine Blues", en tanto, es narrada por un adicto a la cocaína, quien bajo los efectos de la droga disparó a su mujer y queda como forajido hasta que lo capturan. Otra melodía es "I got Stripes", mediante la cual Cash narra el proceso por el que pasa desde que lo atrapan hasta que comienza a habituarse a la austera dieta de pan y agua.

Su interés por quienes están prisioneros era superior a una intención meramente comercial. Su hermano Tommy Cash dijo en una entrevista que Johnny "siempre se identificó con los desvalidos. Se identificaba con los prisioneros porque muchos de ellos han cumplido sentencia y se han rehabilitado en algunos casos, pero aún así eran mantenidos ahí el resto de sus vidas. Él sentía una gran empatía por esas personas".

Casi 50 años han pasado desde este álbum que catapultó a Cash a la fama. El artista que este año hubiese cumplido 85 años, fue capaz de crear su propio estilo dentro del género country y de reversionar temas de artistas pop, rock y reggae. "Personal Jesus" de Depeche Mode, "Redeption Song" de Bob Marley o "Hurt" de Nine Inch Nails son algunos de los temas que tomaron otro matiz en la voz de Cash, un artista inmortal cuyos versos se escuchan hasta el día de hoy.