Sus organizadoras lo definen como un festival feminista latinoamericano para promover, conectar y celebrar a las mujeres en las industrias creativas y es justamente eso lo que Ruidosa Fest hace. El 9 y 11 de marzo, la segunda versión del festival se tomará el Centro Cultural Matucana 100 con conciertos, conversatorios, paneles y stand-up comedy, para promover la igualdad de género.
Artistas como Carolina Nissen, Francisca Valenzuela, Nicole y Tomasa del Real cantarán en vivo y habrá dos paneles de conversación: uno, sobre la música, con Juanita Parra, Osa Flaca y Andi Co, Mariana Montenegro, Pía Sotomayor y Andrea Ocampo; y otro, que trata las industrias creativas, con Camila Le-bert, Mariarly Rivas, Antonella Estévez, Arelis Uribe y Alexa Soto.
Este año, además, Ruidosa Fest contará con el humor de una mujer que sin tapujos canta la definición de feminismo con peras y manzanas en el escenario que venga. Natalia Valdebenito, quien comenzó como actriz en el espacio humorístico de Cabra Chica Gritona, pasando por El Club de la Comedia; debutó y triunfó en el Festival de Viña el año 2016 con una rutina sincera que mostró la realidad desde la vereda de la mujer. Así, Valdebenito se ha hecho respetar y ha sabido representar el ideario de la lucha de género.
—Desde Viña, no solo acallaste a quienes dudaban de tu desempeño, también declaraste abiertamente ser feminista. ¿Te consideras un ícono del movimiento?
—¡Nooo! No me considero nada de esas palabras raras, de hecho tengo harto cuidado con el tema porque por ser panfletaria sería súper fácil llevar la bandera, la polera y llevar el tema de manera superficial. Más bien, elijo cómo participar. Me asusta ese tipo de títulos porque creo que Chile, de alguna manera, lo que te hace subir también te hace bajar rápidamente. No es una tribu urbana, como diría una amiga mía, es algo súper real e importante. Tengo mucho respeto.
—El personaje de Natalia Valdebenito que sube al escenario, ¿eres tú o es una invención?
—Me llama la atención que haya personas que aún tengan dudas de eso. Hay dos cosas, me parece súper importante que un escenario es un lugar que no se sube cualquier persona, si no, ¿para qué nos preparamos? Y lo digo para cualquier escenario, no solo el de Viña. Es una fantasía, menos sensorial que en la calle misma, porque requiere exacerbación de las cosas positivas y negativas. En persona soy mucho más fome, mucho más sencilla, menos apasionada, menos gritona. Ahora, si alguien cree que la del escenario soy yo, bien, y si no, bien también. Pero en el escenario no se miente, si dijera algo que no va conmigo, de todas maneras se notaría.
—¿De qué lugares sacas materiales para hablar con propiedad del feminismo?
—Dije lo que significa el feminismo así no más, gráficamente. Obviamente he leído del tema, soy súper buena lectora, por suerte.
—¿Podrías recomendar alguna lectura para alguien que no entienda el tema?
—No creo que sea correspondiente meterse en un libro si no se sabe del tema. Diría que lo primero es que le pregunte a la feminista más cercana para que le explique y que busque la historia de la lucha de las mujeres. Es importante reconocer que la lucha no es algo que tiene que ver con una moda, ni una tienda de retail, es algo muy profundo que viene de mucho tiempo. Hay que empezar por ahí, por el concepto de lucha y la igualdad de género.
—¿Fuiste a la edición anterior de Ruidosa?
—No, porque estaba trabajando.
—¿Qué es lo que quieres transmitir con tu participación en Ruidosa?
—La Fran (Valenzuela) me invitó y le dije que sí. Yo nunca he sido de decir "en mi show voy a hablar de" y ninguna de esas huevadas. Lo voy a pasar bien, es una fiesta de mujeres en la música, me estoy sumando con mi trabajo y lo que va suceder se verá en el momento.