Fue en 1998 cuando la carrera de Manu Chao dio el giro que necesitaba. Atrás quedaron los días de Mano Negra: tres años después de la separación de la banda, el francoespañol se atrevió con un proyecto en solitario. Así, buscando un camino más propio, le dio forma a Clandestino, una mezcla de estilos e idiomas, que se convirtió en uno de los álbumes más laureados de la música en español.
"Un disco que a mí me marcó mucho, que salió a finales de los 90, fue Clandestino de Manu Chao", dice Pedropiedra, "y creo que no sólo yo, sino que mucha gente se rayó con ese disco, que era todo igual: de la canción 1 a la 20 (sic), yo creo. Todas iguales".
El cuento de caminos que propuso Manu Chao, en el que destacan temas como "Clandestino", "Welcome to Tijuana" y "Bongo bong", entre otros, sería además una fuente de inspiración para el músico nacional. "Tenía mucho concierto sonoro. Creo que eso a mí me dejó mucho de cómo se debería hacer un álbum. En el fondo. Me tocó mi fibra como profesional, fue algo como bien hecho. Me motivó", cierra.
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