A favor de Luis Jara: un golpe de suerte eres tú
Hablar de Luis Jara es hablar de Internet. Porque a pesar de llevar años sonando en las radios y sobre todo apareciendo en televisión, cada cierto tiempo su imagen se toma las tendencias en las redes sociales, donde parece "reinventarse" a cada momento. En este versus, dos periodistas de Culto argumentan a favor y en contra de Luis Jara Cantillana, el cantante, el meme, el conductor, el hombre.
—Pipe, ¿te gusta Lucho Jara?
—No.
—¿Pero lo encontrái malo?
—No, pa' ná.
—Jimmy, ¿te gusta Lucho Jara?
—Jajajá, no, poh hueón.
—¿Pero lo encontrái malo?
—Hmm, no. Canta re bien de hecho.
Hablar de Lucho Jara es hablar de Arjona, hablar de Maná, hablar de todos esos artistas habitualmente vilipendiados por el grueso de la opinión pública. Pero, ojo: con uno que otro matiz. Al guatemalteco se lo tilda de machista en sus letras, a Fher y compañía se los fustiga por repetitivos. A Lucho, por el contrario, se lo suele atacar por roles que escapan del apartado musical.
En primer lugar, se convirtió en el principal blanco de las burlas y los troleos en las redes sociales por sus sesiones de fotos o por una que otra declaración. Algo tendrá que ver el inglés y Robbie Williams en todo esto. También por su "ego", se lee en las cajas de comentarios. Pero, ¿lo convirtieron… o él se convirtió? Ya veremos más adelante cómo es este asunto.
El punto es que lo reniegan. Es lo más fácil, obvio. ¿Cuántos son los valientes que admiten conocer al revés y al derecho canciones como "Golpe de suerte", "Mañana" o "No sé olvidarte"? Un puñado. Y seguramente copeteados. Seamos sinceros, te puede gustar o no, pero hay que saber admitirlo: vocalmente, musicalmente, Lucho es un crack. Más de treinta años de carrera, exitosas presentaciones en escenarios tan trascendentes como el Festival de Viña, y una colección de premios a su trayectoria lo avalan.
En esa línea, está de más decir que ha sabido reinventarse: el éxito "Dos corazones rotos", interpretado a dúo junto a Américo, es una señal inequívoca. Su academia es también otro punto a destacar, un espacio en el que pretende reforzar las capacidades de otros, además de afianzar esa cercanía con la gente que tan bien ha explotado en su faceta como animador de televisión.
Sobre Luis Jara, el animador, tengo que decir un par de cosas. Primero, que se lo plantea como un tipo ególatra y ridículo, al que sólo le gusta figurar. Pero con el tiempo me di cuenta, nos deberíamos dar cuenta, de algo que venía sospechando: a Lucho Jara le importa un carajo. No siente temor alguno de quedar expuesto, de que las redes sociales festinen con cada una de sus fotos o con sus apariciones. Es más, aprovecha cada una de estas burlas: la versión de "Golpe de suerte" en inglés, a sabiendas del altercado con Robbie Williams, no sólo es la prueba definitiva de que sabe reírse de sí mismo, también fue un golpe a la cátedra. Una obra maestra que marcó un camino. Es un ejemplo claro de que su manejo comunicacional es superlativo. Excepcional. Posa para los memes, ahora habla inglés de corrido, incluso se atrevió con el italiano.
De verdad les pido: nómbrenme tan sólo a uno que, tras un cruce como el de Williams o los constantes troleos en Internet, salga tan bien parado. Uno que, como Lucho, tenga un sentido del humor a prueba de todo, que explote de esa forma sus limitaciones y que, por supuesto, tenga ese sentido del ridículo.
Que el pasado Día de los Inocentes la discotheque Blondie lo tildara como una suerte de Morrissey chileno, o que Kramer lo imite en sus presentaciones, o que la semana pasada los hits en los diarios hayan sido los temas que involucraban una de sus antiguas sesiones de fotos, para muchos seguramente implica una burla. Pero tiene otra lectura más importante: significa que Lucho Jara se instaló como un personaje notable. Uno de esos que de a poco se extinguen. Y que son necesarios. Tanto en su faceta musical, como en sus labores como animador, la rompe toda. Que el Mucho Gusto se consolidara como el matinal más visto del último tiempo no es casualidad. Es por él.
Lucho, un golpe de suerte eres tú.
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