Dulce Patria: las historias tras la música de esta cordillera
Un auditorio radial que pasó intacto al papel. Eso es lo que podemos encontrar en la ópera prima de Mauricio Jürgensen, Dulce Patria: historias de la música chilena, un registro necesario para comprender nuestra cultura musical.
En 1976, antes de que Congreso registrara su icónico álbum homónimo café, la banda de "Tilo" González tuvo que grabar por encargo un disco de cumbias. Esta historia, que puede resultar insólita y hasta poco creíble, está contada en el primer libro del periodista Mauricio Jürgensen.
Inspirado en el programa radial donde repasa sólo música nacional, y que va de lunes a viernes en Radio Cooperativa, Dulce Patria: historias de la música chilena no es un libro exclusivo para melómanos ni para seguidores de la nueva camada de músicos locales. Es, aunque escrito en el registro periodístico, un recopilatorio de los sucesos menos conocidos del medio.
En el libro editado recientemente por Ediciones B, no se encuentran leyendas re escritas hasta el cansancio. No cuenta, por ejemplo, la forma en que tres escolares de San Miguel formaron una banda y triunfaron. Eso ya se ha visto. En Dulce Patria… el autor logró plasmar, desde la intimidad de las conversaciones emitidas por el dial, una suerte de anecdotario dorado del último medio siglo de música popular chilena.
El día en que Zalo Reyes apadrinó a un Américo pre-adolescente en su natal Arica, la ocasión en que Frank Sinatra se rindió ante la voz de Lucho Gatica o el cariñoso y sorpresivo saludo de Víctor Jara a la estrella pop adolescente José Alfredo "Pollo" Fuentes, ocurrido a inicio de los setenta, son sólo algunas de las "leyendas" contadas en palabras de sus protagonistas.
Desde los Hermanos Campos a Javiera Mena, el espectro abarcado por Jürgensen es tan diverso como nuestra geografía musical. De paso, a través de las más de 200 páginas y los 60 nombres elegidos entre cientos de entrevistados en su programa, la publicación es una demostración viviente de que sí se puede juntar la balada más romántica con la canción consciente en un solo registro.
Que en el íntimo lanzamiento de este libro se hayan juntado Manuel García con Américo para tributarse uno al otro, y de paso terminar cantando juntos, no es antojadizo. Aunque este registro bibliográfico funciona como un buen análisis histórico, Dulce Patria... conecta con algo que va más allá de las letras. La emoción y las vivencias de cada uno de sus actores nos ayudan a conectarnos con nosotros mismos y con un país que, por asuntos como este, nos hace sentir orgullosos.
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