La historia de The Kinks contiene una de las mayores paradojas que se han visto en el rock. Desde los años 60 y durante sus más de tres décadas de carrera, la más inglesa de todas las bandas de la "Invasión Británica" tuvo como principal referente el rock y el blues del otro lado del Atlántico, y persiguió insistentemente el éxito en el mercado estadounidense. Pero en 1965, tras una breve gira por Norteamérica y por motivos que nunca se han esclarecido del todo, al grupo de los hermanos Davies se le prohibió tocar en ese país por cuatro años, lo que los dejó fuera del fenómeno que compatriotas como The Beatles y The Rolling Stones protagonizaron en ese territorio.
Tuvieron que pasar 15 años para que el cuarteto, uno de los más influyentes y venerados de la época dorada del rock clásico, pudiera al fin materializar su ansiado sueño americano, con multitudinarias giras por ese país entre fines de los 70 y principios de los 80. Y debieron transcurrir varios años más para que su líder, Ray Davies, decidiera transformar esta experiencia en música.
A cuatro décadas de su tardía conquista de EE.UU. y a dos del término definitivo de The Kinks, Davies reaparece en grande con un nuevo álbum que, justamente, reconstruye esta singular historia de amor y odio con la tierra que lo maravilló desde niño. Se trata de Americana, su primer disco con material inédito desde 2004 y una nueva ironía en la carrera del recientemente nombrado Caballero Británico, el mismo que en su juventud convirtió en pop su visión satírica de las tradiciones inglesas.
"Americana es una tremenda historia", aseguró el solista de 72 años en una entrevista promocional para el LP que se lanza oficialmente hoy, en cuyas 15 canciones traza un puente entre la historia del rock n' roll yanqui y la suya propia. Acompañado por la banda de country alternativo The Jayhawks, Davies repasa esta vez su imaginario del folklore y la cultura estadounidense: desde praderas de búfalos y romances de escuela secundaria hasta visiones de un Hollywood snob y decadente.
El lanzamiento, recibido con entusiasmo por parte de la prensa especializada, viene a completar un proyecto mayor para el autor de "You really got me". Uno que inició en 2013, cuando publicó Americana: The Kinks, the Riff, the Road: The Story, libro de memorias en el que profundiza en los detalles de su contradictoria relación con Estados Unidos, el país que idealizó siendo un niño de la posguerra, que dos décadas después lo vetó -cuando la Federación de Músicos Americanos consideró a The Kinks un mal ejemplo- y donde en 2004 fue víctima de un confuso tiroteo.
"Lo de la prohibición fue una combinación de malos representantes, mala suerte y mal comportamiento", reconoce Davies en el volumen, el inicio de una saga que no termina con las últimas novedades, ya que según él mismo ha adelantado en los próximos meses lanzará la segunda entrega del álbum.