La historia de Devendra Banhart con Chile es una que incluye fans entusiastas, y un músico interesado en los sonidos del país; un amor de culto que va para ambos lados.
El estadounidense-venezolano, figura de aplausos en el indie internacional y con nueve álbumes de estudio publicados, pisó por primera vez Chile en 2011, para la primera versión del Lollapalooza local. Y su show no pasó inadvertido entre el cartel, ya que aunque era un compositor folk considerado para pequeños círculos y por lo mismo agendado en La Cúpula de Parque O'Higgins, uno de los escenarios más pequeños del evento, la cantidad de público hizo colapsar por momentos el lugar.
No era casualidad el interés: desde su aparición en la escena musical, el cantautor con look hippie y sonidos de rock y folk y sicodelia se había transformado en un nombre a seguir, lo que era alimentado además por datos biográficos sabrosos como una relación con la actriz Natalie Portman.
Banhart regresó a Chile en 2012 para el festival de música e innovación Common Pitch, y en 2013 a Primavera Fauna, visita en la que aprovechó para dar un concierto en solitario en la ex Oz. Cada visita era acompañada de sentidas declaraciones de amor a esta patria; criado por su madre venezolana durante su primera infancia en Caracas -en la adolescencia ya se instaló en Estados Unidos, su país de origen-, el músico siempre ha alabado la música de Víctor Jara, Violeta Parra y Los Jaivas, entre otros.
Su última visita al país incluyó la promoción de su álbum Mala, y desde entonces había pasado un periodo sin publicaciones musicales. Al igual que en otras desapariciones de la escena, Banhart se dedicó esos años a escribir música, pero más que nada, a sus trabajos como artista visual, que incluyeron el lanzamiento de un libro y especie de diario personal llamado I left my noodle on Ramen Street.
La ausencia musical terminó el año pasado con la aparición de Ape in pink marble, el que fue recibido con calidez por la crítica, y fue producido y grabado junto a sus colaboradores frecuentes, Noah Georgeson y Josiah Steinbrick. Con ese último trabajo bajo el brazo, el músico regresará a Chile para presentarse en el primer lugar que lo acogió, La Cúpula, el 3 de septiembre, dentro del circuito Estudio Estéreo. Las entradas están en Puntoticket; la primera pre-venta parte en $25.000, y el precio final será de $32.000.