Sus ojos verdes lo habían salvado del horror.
El protagonista de esta historia se llamaba Óscar y tenía tres años.
Uno de los soldados que asesinó a su familia, y a todo su pueblo en Guatemala, lo secuestró y crió como a un hijo suyo.
Casi 35 años después, un documental producido por Steven Spielberg dio con Óscar Ramírez, ese niño que sobrevivió al asesinato de su madre, sus cinco hermanas, sus dos hermanos y los 200 habitantes de su poblado Las Dos Erres en la selva espesa de la región norte de Guatemala.
Óscar es la prueba viviente de la participación del gobierno del dictador Efraín Ríos Montt en la masacre, cuando en 1982 su pueblo fue borrado del mapa a manos de "kaibiles", una fuerza especial de ejército de ese país entrenada por militares estadounidenses para combatir el comunismo.
En 2011, cuando Óscar ya tenía más de 30 años, supo recién toda la verdad.
Encontrando a Óscar
En 1982, Guatemala era un país destrozado por la guerra civil (1960-1996), que dejó unos 200.000 muertos y desaparecidos.
Buscando a Óscar entrevista a las personas que durante décadas investigaron lo que pasó en dos atroces días de diciembre de 1982.
Dos días en que pareció que a un pueblo entero de la región selvática de Petén se lo había tragado la tierra.
Los testimonios de familiares, sobrevivientes, expertos forenses, de la fiscal Sara Romero y hasta de exkaibiles que recibieron inmunidad a cambio de delatar a otros se suceden para contar lo inefable.
Ahí están la tortura, la violación de mujeres y niñas y el asesinato de todo el poblado por parte de unos 20 kaibiles que buscaban guerrilleros y armas pero que realmente no encontraron nada.
En 2011, tras años de búsqueda, la fiscal Romero finalmente da con Óscar, que vive sin papeles en los suburbios de Boston, Estados Unidos, y le escribe un correo electrónico que revela su verdadera historia.
Conocer la verdad permitió a Óscar, que hoy tiene 36 años y vive el sueño americano del migrante, viajar a Guatemala y reunirse al año siguiente con su padre biológico, un campesino que se salvó porque estaba trabajando en otras tierras.
Óscar, además, pudo legalizar su estatus: Estados Unidos le dio una visa de refugiado.
Hasta la verdad
Tres décadas después, en 2013, Ríos Montt fue sentenciado a 80 años de prisión por genocidio, pero la corte de Guatemala anuló el fallo por un "error de procedimiento".
Sus abogados aseguran que padece demencia.
Además, solo un puñado de "kaibiles" han sido condenados en Guatemala, cada uno a 6.060 años de cárcel.
Se sospecha que varios más residen en Estados Unidos.
Encontrando a Óscar, la película dirigida por Ryan Suffern, aparece en un momento delicado en Guatemala.
En ese país la jueza Claudette Domínguez ordenó un juicio especial por genocidio contra Ríos Montt, de 90 años, por su rol en la masacre.
https://www.youtube.com/watch?v=OX7IhBCVyzM