"Sign of the times", el auspicioso single del debut solista del ex One Direction Harry Styles -entre las mejores baladas de 2017-, es una medida engañosa para el resto del álbum del cantante británico de 23 años. Ninguna de las restante piezas de un total de diez composiciones alcanza la magnificencia de aquel título, rodeado de rumores probablemente orquestados desde una creativa oficina promocional, que esparcieron la idea de que el ex de Taylor Swift está en la senda de grandeza de David Bowie y Queen.
Es cierto que Styles, tal como ocurría con el material de 1D, ha optado por buscar inspiración en grandes referentes, a veces con escaso disimulo. Los primeros segundos de "Woman" son un robo a mano armada a "Bennie and the Jets" de Elton John, como "Only Angel" (y algunos pasajes de "Sign of the times") contienen guiños explícitos a las maneras de Brett Anderson, el líder de Suede.
Aunque el disco está en manos de productores estadounidenses (entre ellos Jeff Bhasker, de currículo junto a Kanye West y Bruno Mars), lo que domina es una sonoridad de rock clásico y pasajes acústicos con remitente británico. Este primer capítulo de Styles solista augura a un compositor e intérprete en ciernes con posibilidades reales de convertirse en gran estrella por derecho propio.