Isabel Allende: "Sí, me enamoré a los 75 por tercera vez en mi vida, no hay amor sin riesgo"

Más allá del invierno, es la vigésimo cuarta novela de Isabel Allende. "No solo los humanos, sino los pueblos, las naciones, el mundo tiene un verano invencible dentro que puede acabar con cualquier invierno si le damos la oportunidad y asumimos el riesgo", explicó Allende en entrevista con El País.

Lucía, Richard y Evelyn son los protagonistas de este libro que los retrata como expertos en pérdidas, dolor y desarraigo. Los tres son inmigrantes en Estados Unidos que huyen de sus conflictos del pasado, pero finalmente encontrarán lo que buscan refugiándose en el amor romántico y fraterno.

Considerando el contexto actual y la temática de la novela, una pregunta lógica para la autora de La casa de los Espíritus y Paula era en torno a la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y las medidas instauradas y por instaurar. La escritora no respondió con pesimismo en torno a hechos como el cierre de fronteras, ya que considera que esto va cambiar.

"Trump es un accidente y no va a durar mucho. Puede hacer mucho daño, pero no va a destruir el mundo que hemos avanzado en los últimos cien años. Hay movimientos bajo la superficie de gente joven que está cambiando las cosas. He vivido lo suficiente como para saber que todo es un péndulo y nada es eterno. Vivimos un invierno de gobiernos, de refugiados, de terrorismo, de miedo, pero el verano invencible está también ahí, y al final ganará la tendencia de más solidaridad, más democracia, más libertad, más educación. Las migraciones no se paran con muros ni leyes, sino resolviendo situaciones terribles en los lugares de origen", dijo Allende.

Tal como sus protagonistas lograron reconciliarse con ellos mismos, a pesar de lo devastador que puede ser un invierno. Cuando la escritora y periodista tenía 73 años, presentaba su libro El amante japonés y superaba la ruptura con quien convivió por 28 años. Pero hoy, dos años después, se muestra feliz y fuerte: "Siempre estoy alerta, abierta al misterio de la vida, a las cosas maravillosas que uno espera, y a las trágicas que uno no desea. Lo peor ya me pasó. Cuando me separé de Willy, al que amé muchísimo, la gente me daba el pésame, como diciéndome 'ay, esa pobre señora vieja que se va a quedar sola'. Y yo pensaba: 'esto no es ni el 10% de lo que pasé cuando murió Paula'(su hija). Ya nada me va a partir".

Tras la separación de Willy, Allende fue a vivir a una casa en California acompañada de su computador y su perro. No estaba en sus planes buscar un nuevo compañero, pero él la encontró a ella. "En esas, un señor de Nueva York me escuchó en la radio de su auto, camino de Boston. Escribió un correo, y otro, y otro, a mi oficina. Al tercero, le contesté yo misma porque lo acompañó de un ramo de flores. Cinco meses después de recibir cada día un correo dándome los buenos días y otro las buenas noches, aproveché un viaje de trabajo para verle. Ahí, en cinco minutos, se armó la cosa, y ahora él está vendiendo lo que tiene para venirse conmigo", cuenta Isabel Allende, con una sonrisa difícil de ocultar según cuenta El País.

La escritora encontró el amor a los 75 años, algo inesperado que disfruta, asumiendo los riesgos que conlleva: "O sea, que esas cosas ocurren, son milagros que pasan. Sí, me enamoré a los 75 por tercera vez en mi vida, no hay amor sin riesgo".