México y toda América Latina, no estaba acostumbrada a ser sede de los grandes espectáculos. Las bandas más exitosas de aquellos años, rara vez fijaban su destino en los países sudamericanos que tenían escasa preparación en términos de seguridad e infraestructura para conciertos masivos.

Según narra el sitio Cultura Colectiva, corría el año 1981 y un anuncio sorpresivo llegó al país mexicano: Queen, una de las bandas de rock más importantes internacionalmente, visitaría Venezuela, Argentina, Brasil y México.

Fueron cuatro las ciudades que prepararon su público para presenciar a la banda británica: Monterrey, Puebla, Guadalajara y México D.F.

Un 9 de octubre, Monterrey fue la primera ciudad mexicana que recibió a la banda liderada por Mercury. El Estadio Universitario se repletó y el único suceso a lamentar fue la caída de una tarima que causó lesiones menores.

Dos semanas después, el 17 de noviembre para ser exactos, el Estadio Olímpico Ignacio de Zaragoza en Puebla sería el lugar en que la banda británica tocaría. Sin embargo, la recepción fue muy diferente.

Con una asistencia altísima-ya que muchos espectadores llegaron desde Ciudad de México- el consumo de drogas y alcohol se hizo presente. Los ánimos estaban en su punto máximo por la mezcla de sustancias, el calor del ambiente y el poder de la música de Queen.

La cultura mexicana no veía bien los conciertos masivos, ya que se consideraba que despertaban el peor comportamiento de las personas, pero Mercury, May, Deacon y Taylor de todas formas alistaron un mega show. Más adelante, su decisión derivaría en no regresar a México.

En medio del recital, Mercury sacó un gran sombrero hecho de paja que decía "mexican Mercury", lo cual causó la furia de la audiencia.

El público empezó a chiflar, lanzar zapatos, calcetines con tierra y botellas. Esta reacción se intensificó con el sombrero mexicano, pero el hecho de que Mercury también escupiera agua a las primeras filas del público, aumentó la furia de los asistentes.

"¡Muchas Gracias, Puebla! ¡México, thank you for the shoes! ¡Adiós amigos, mother fuckers!  Good bye, you bunch of tacos!", dijo Mercury a modo de despedida. Las últimas palabras que el británico dijo en suelo mexicano.