Cristián Moraga, el guitarrista conocido como C-Funk y uno de los fundadores de Los Tetas, experimentó una sola sensación al despertar en esa mañana del pasado lunes 3: "Lo ideal hubiese sido que no hubiera despertado y que hubiese sido una pesadilla. Pero no. Lamentablemente no era una pesadilla".
Ese día, su amigo desde los 16 años, el cantante Camilo Castaldi, rebautizado como Tea Time, estaba en la mira de casi todos tras revelarse una carta donde su ex pareja, Valentina Henríquez, lo acusaba de violencia física y sicológica, además de detallar sus adicciones y un estilo de vida de inspiración pendenciera. El caso no sólo copó la agenda y hasta la propia Presidenta Michelle Bachelet lo aludió en los días posteriores. También transformó para siempre, y en apenas un par de minutos, la trayectoria y la vida de los integrantes de Los Tetas, quienes en esa misma jornada decidieron expulsar a Castaldi.
"Ha sido un momento muy triste. Desde el primer minuto que nos enteramos de todo, quedamos en shock y creo que recién ahora, que ha pasado una semana y media, estamos volviendo a la calma y mirando con perspectiva toda la situación. Hemos pasado por un luto y sólo ahora tenemos más claridad", reflexiona el otro vértice que ha sustentado al conjunto desde sus inicios, el bajista David Eidelstein, conocido como Rulo, sentado en el living de la casa de C-Funk.
El propio Moraga acota: "En esta última semana, despertamos después de la tormenta, nos miramos con el Rulo y nos dijimos: 'Ni cagando, nuestra banda no puede morir'. Por eso ahora podemos pararnos con todo el orgullo y la fuerza, y decir: vamos a seguir adelante. Yo no voy a dejar de cantar mis canciones. No siento vergüenza alguna ni por el nombre ni por las letras de los temas. Y las mujeres pueden estar tranquilas, no somos ninguna amenaza. Sé que Los Tetas, como fueron conocidos hasta aquel lunes, dejaron de existir para siempre. Lo que eran Los Tetas, lo que fueron Los Tetas hasta ese día, dejaron de existir. Es fuerte y doloroso, pero es. No hay nada que hacer. Es así, fue así y pasó así. Ahora viene otra etapa".
Pero asumir esta nueva era no fue fácil. La última vez que ambos músicos vieron a Tea Time como su compañero de toda la vida fue cuatro días antes de la denuncia, en un show en el club Subterráneo de Providencia. Después no volvieron a hablar con él, hasta que despertaron en esa mañana que lo cambió todo.
"(Me enteré) por redes sociales. Me desperté con millones de mensajes de amigos y conocidos que me decían 'cacha esto, cacha esto'. Fue igual que como se enteró todo Chile, estábamos shockeados, porque es algo que jamás pensamos que podía ocurrirnos o que podía pasar tan cerca. Fue muy fuerte. Ha sido un terremoto para nosotros", relata C-Funk.
—Al leer la carta, ¿qué sintieron de ver a su amigo descrito así?
Rulo: Nos sorprendió, de todas maneras, porque nunca habíamos tenido noción de ninguna conducta así del Camilo. Me refiero a la violencia. Quedamos para adentro.
C-Funk: Fuimos espectadores, igual que toda la gente. Pensamos que Camilo siempre ha sido especial, muy histriónico, pero jamás vimos que algo así podía pasar.
—Uno de los comentarios más recurrentes fue que cómo era posible que ustedes no supieran nada.
R: En las redes sociales vimos mucho esa crítica de "¡pero cómo no sabían, si poco menos que viven juntos!". Hay esa clásica idea de que la banda de rock vive casi en una comunidad hippie, pero nosotros tenemos 40 años, cada uno tiene su vida, su familia, otros proyectos. O sea, la relación con Camilo, si bien somos amigos, hace algunos años se remitía al ensayo y las tocatas. En ese sentido, su estilo de vida era bien diferente al nuestro. Y en la vida personal uno tampoco se mete, lo que haga cada uno con sus parejas es privado.
C: Por lo mismo nos manteníamos bastante alejados el uno del otro. Teníamos relaciones en nuestra sala de ensayo, en los shows y en las reuniones. Pero el fin de semana cada uno estaba en la suya, yo saco a pasear a mi hija, tengo que llevar el perro a la plaza, estamos en otra y tenemos estilos de vida muy distintos. Entonces eso nos alejaba. Y quizás esa lejanía no nos permitió ver lo que pasaba. Quizás estábamos muy lejos internamente como para ver todo. Cuando éramos chicos andábamos juntos para arriba y para abajo, pero ahora no. Desde que volvimos en 2011 pusimos normas que incluían ni drogas ni alcohol cuando trabajábamos, porque ya estamos en otra. Puedo entender que la gente tenga ese cliché de que un grupo sólo lo pasa bien, pero lamento decepcionarlos que no es así.
—¿Podían trabajar con normalidad con él?
R: Claramente había un desgaste y una situación difícil de llevar. Pero jamás nos imaginamos que pudiera llegar a esto. De alguna u otra manera, siempre funcionaba.
C: Y nosotros pusimos mucho de nuestra parte, hicimos mucho esfuerzo para que todo esto funcione. Fue desgastante hacer harto esfuerzo, tomar decisiones, ayudar, apañarnos entre todos, pero nunca vimos que algo tan grave podía ocurrir. Nunca se me pasó por la cabeza que dentro de la banda existía algún golpeador de mujeres. Si nosotros vemos alguna señal de que una persona tiene ese tipo de actitudes, lo desvinculamos de una. Todavía lo pienso y es como surrealista: ¿cómo llegamos a esto?
—¿Qué era lo más desgastante?
C: Por ejemplo, se le olvidaban las letras al Camilo. Es sabido que teníamos problemas porque había drama con las letras en los shows. Y hacíamos un esfuerzo para que ensayara, para apoyar a un compañero que se le olvidaban las letras. Pero era agotador.
—¿Pensaron en marginarlo antes?
R: En un proyecto tan histórico, era muy difícil imaginarnos Los Tetas sin la voz de él. Era algo que quizás podíamos haber imaginado, pero sentíamos que no éramos capaces de hacerlo realmente. Al final, sumando y restando, los shows salían bien dentro de todo. Entonces, después al vernos enfrentados a esta situación, era despertar a algo mucho más grande y complicado.
—Otro punto de la carta era el relato de una guitarra robada a Javiera Mena que Tea Time habría comprado. ¿Qué pensaron al respecto?
C: Sentí rabia, me pongo en el lugar del Rulo, hace unas semanas le robaron los instrumentos a él. Lo encuentro horrible, porque nos cuesta mucho en Chile adquirir instrumentos de calidad, aparte del valor sentimental. Es indefendible, yo llamé a la Javiera para decirle que yo no tenía idea.
Apenas un par de horas después de la publicación de Henríquez, el conjunto emitió un comunicado donde repudiaban el hecho, aunque recalcaban que aún no contaban con mayores antecedentes. En su Facebook, arreciaron las críticas que calificaban el documento de poco concluyente, débil y, por sobre todo, de mirar con cierta distancia la versión de la víctima. "Fue un error", reconoce ahora Moraga en torno al tono del texto.
Su compañero sigue: "Ese comunicado lo hicimos en estado de shock. Obviamente no sabíamos cómo reaccionar y estábamos para adentro. Fue algo 'correcto', pero nos superó".
"No era lo esperado por la gente", se suma C-Funk. "Pero si hay que hacer un mea culpa, es que jamás hubiéramos querido ese tipo de reacción, lo que el comunicado dice es que estábamos averiguando qué pasaba. Quizás no deberíamos haber dicho nada inmediatamente, nos deberíamos haber tomado un tiempo".
En parte, Rulo revela que fueron empujados a expresar su opinión debido a la presión externa: "Nos estaban exigiendo de manera súper violenta que teníamos que decir algo inmediatamente. Pero al mismo tiempo, ahí está planteado lo que más nos interesa recalcar y es que estamos en contra de la violencia contra la mujer. Nadie está preparado para algo así. Me dolió mucho verme calificado de encubridor, porque apoyo esa lucha y voy a las marchas Ni una menos. También crecí rodeado de mujeres".
—¿Se desvió el foco al atacarlos a ustedes?
C: Siempre he sido un admirador del género mujer, para mí es algo sagrado. Mi abuelo siempre decía: 'A una mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa'. Por eso me incomodó que el tema verdaderamente importante se viera disminuido por un ataque hacia nosotros. La gente tiene derecho a sentir lo que sintió, no culpo a nadie. Pero ahora estamos hablando para decirle a la gente que no somos así, que también estamos en esta lucha por la igualdad. Queremos poner bien fuerte ese mensaje, que nosotros no somos ni seríamos jamás cómplices de la violencia contra la mujer.
R: Hay otra cosa importante: no podemos hacernos responsables por la vida personal de un compañero. Nos hacemos responsables de lo que tenga que ver con la banda. Pero es muy injusto que nos pidan hacernos cargo de la vida de un compañero.
Dentro de los dardos más recurrentes al grupo durante esos días, algunas voces enjuiciaron su nombre y las letras de sus temas, calificándolas de misóginas. "Siempre le hemos dado harto sentido y significado a llamarnos Los Tetas. Lo digo también refiriéndome a la gente que ha hablado que es misógino, me parece que es súper lejano a lo que siempre ha significado para nosotros. Es una lectura errónea, porque Los Tetas nació de algo que simboliza la fuente de la vida. Y siempre hemos hecho letras de amor", puntualiza Eidelstein.
C-Funk adhiere: "Nos causó mucho dolor que nos digan un grupo misógino. Hay mucho de oportunismo. El mismo día que esto ocurrió salió gente diciendo que no nos iba a aceptar más en sus locales. O que nosotros somos machistas. O sea, ¿después de 20 años se te viene a ocurrir eso? Si como local de música no nos quieres, simplemente no nos llamas".
—La Fonda Permanente, uno de los sitios donde siempre tocan, anunció que cancelaba todos sus shows.
C: No quiero hablar de ellos, siento que es oportunismo. La música no se mancha, Los Tetas no se manchan. ¿Por qué tienes que hacer alarde de que no nos quieres llevar más? Porque hay otro interés detrás. Es un recurso barato, es desviar el foco, para sacar un poco más de likes o vender más entradas. Lo encuentro muy bajo.
—En esa línea, Álex Anwandter, calificó el comunicado de "un asco".
R: No tenemos muchas ganas de referirnos a él. Sentimos que no vale mucho la pena mencionarlo. Obviamente nos dolió y a mí me dolió, sobre todo porque simpatizo mucho con su discurso, entonces sentí que fue muy poco prudente meternos en el mismo saco y acusarnos.
C: Creo que entra dentro del mismo oportunismo, sin quizás quererlo. Sí puedo hablar con total confianza de que el 99% de los colegas nos ha mandado mensajes de apoyo en las últimas semanas. Son gente que nos conoce. Justamente a uno de los pocos que no conozco es a él. Nunca tuvimos relación. Habla sin saber y quizás él mismo se va a dar cuenta cómo son las cosas. Yo soy fan y se entiende que pueda tener buena intención, pero siento que hay mucho oportunismo.
El bajista admite que el cuestionado comunicado lo enviaron sin haber conversado con Castaldi. Por eso, tras esa sucesión de hechos de esa jornada, pudieron conversar con él recién en la tarde para informarle que habían decidido marginarlo de la agrupación. "Fue una conversación fuerte. Súper extremo todo", cuenta.
"No sé si puedo decir que costó, pero sí es una decisión difícil. Es difícil echar a alguien con el que has estado por 20 años. Es difícil darte cuenta que alguien que conociste por 20 años pueda ser así. Nos demoramos cinco horas en marginar a alguien con el que trabajamos 22 años", resume C-Funk, quien ha vuelto a hablar de modo puntual con su ex compañero, sólo para recalcarle que se haga responsable de lo sucedido.
—¿Descartan volver a tocar con él?
C: Yo personalmente, sí. Siento que es un paso que no tiene vuelta. La historia de nuestra banda cambió para siempre. Yo no podría vivir con como han pasado las cosas esta semana y media. No podría volver a trabajar con Camilo, es demasiado fuerte lo que me trajo a mi vida, independiente de lo que pase, como para poder volver a tener algún tipo de trabajo juntos. Sería faltarme el respeto a mí y a mi familia. Quedó una grieta demasiado grande como para saltarla.
R: Con todo el cariño que le tengo, siento que nuestra relación de trabajo se ha desgastado mucho y este episodio lo superó todo. Da miedo ser tan rotundo y decir "nunca más". Pero en estos momentos, no siento que pueda ser una posibilidad.
—¿Qué esperarían de él?
R: Me gustaría que logre encontrar un lugar de salud física, mental, emocional, siento que tiene muchas cosas que sanar en todo ámbito. Lo que más me gustaría es que lograra encontrar su centro, encontrarse con él mismo, sanar muchas heridas.
C: Lo que desearía es que se haga responsable de lo que sea que haya hecho. Deseo que esto termine de la mejor manera posible para todos. Y si uno desea el bien, también el otro debe ser capaz de hacerse responsable de los actos que hace.
—¿Cómo imaginan el futuro del grupo? Ustedes tienen un nuevo disco grabado, donde aparece Tea Time.
R: Habría sido muy penca que Los Tetas murieran por algo como esto. Nadie es imprescindible, ya hemos cantado sin alguno de nosotros. No tenemos idea cómo vamos a continuar, si vamos a buscar otro cantante o si lo haremos nosotros. Y si Los Tetas como era ya no va a ser, ese disco como era tampoco va a ser.
C: Lo reitero: sentíamos que esto era una pesadilla de la que pronto despertaríamos. Entiendo que muchos digan "no voy a escuchar más a Los Tetas", pero la gente está diciéndonos que no nos va a abandonar. Nuestra música ya no nos pertenece, le pertenece a los fans. Y ellos saben cómo somos. Vamos a seguir con todo. Hay una música que hay que defender. Hay una historia que hay que seguir defendiendo.