Lana del Rey vuelve con su álbum más luminoso
La solista lanza el viernes Lust for life, LP de tono optimista e inspirado en el clima político, con invitados como The Weeknd y Sean Lennon.
El cambio de actitud queda de manifiesto incluso antes de escuchar sus canciones, en el primer impacto visual. En Lust for life, su cuarto álbum que presentará este viernes, Lana del Rey escogió como fotografía de carátula una en que se le ve sonriendo de oreja a oreja, una actitud poco habitual para la cantautora estadounidense, que ha construido su fenómeno en base a imágenes etéreas, melancólicas e insinuantes, como lo refleja su rostro en la portada de sus tres álbumes anteriores.
A dos años de Ultraviolence, de gran acogida entre la crítica pero sin los resultados del multiventas Born to die (2012), la princesa del "pop-noir" regresa con un disco que destila ambición comercial y un cambio de actitud. Dieciséis nuevas canciones en las que intervino un selecto grupo de artistas y productores, entre ellos Benny Blanco y Max Martin, dos de los mayores arquitectos de la primera línea del pop; precisamente el destino que parece buscar el LP, donde también participan Sean Lennon, Stevie Nicks (de Fleetwood Mac) y los raperos A$AP Rocky y Playboi Carti, en el debut en el hip hop de la cantante de 32 años.
No se trata, por cierto, de un giro radical. Pero hay algo más luminoso en este álbum, reflejado en los singles Love y la propia "Lust for life", donde canta a dúo con el canadiense The Weeknd. Este último tema, si bien perpetúa el imaginario onírico y retro-glamoroso que la neoyorquina ha creado sobre California (aquí, describiendo una escena amorosa con el cartel de Hollywood como locación), tiene a su vez un mensaje más optimista que el de sus éxitos previos, que define el espíritu del disco.
Lo que en principio podría verse como una apología a la frivolidad -una de las críticas que suele recibir Del Rey- es en realidad un acto político por parte de la solista, quien se inspiró en la coyuntura global y por sobre todo en el Estados Unidos de Trump para darle forma a canciones como Coachella-Woodstock in my mind, lo más parecido a una canción de protesta en la carrera de la cantante.
"No voy a mentir: tengo sentimientos encontrados sobre la idea de pasar el fin de semana bailando mientras vemos las tensiones con Corea del Norte", declaró en Instagram la cantante, de uno de los últimos fenómenos de la industria en busca de la madurez artística.
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