Hablar de Michel Gondry es hablar del creador de algunos de los mejores videoclips de los años noventa, del director que dotó de ingenio y dignidad a los videos que utilizan las bandas para promocionarse, del realizador que no subestima a quien está del otro lado de la pantalla, llevando esos pequeños metrajes a cotas artísticas inimaginables.
En tramos largos, al frente de las películas que escribió y dirigió -como Eterno resplandor de una mente sin recuerdos o La ciencia del sueño-, el francés parece estar siempre filmando una obra de teatro.
Amplifica o derechamente exagera cada sensación hasta la hipérbole, montando y desmontando escenarios que parecen armados y hechos de manualidades, en la medida que sus personajes parecen desbordados de emociones y sus cuerpos cambian constantemente de proporciones.
Su filmografía está atravesada por la técnica del stop-motion, creativos planos secuencia llenos de coreografías y elementos caseros.
Hay otro elemento, por así decirlo, central en sus videos y en su cine. Gondry pone su acento en el audio. Escucha, imagina y prepara las imágenes para representar lo que está oyendo. Ahí están los videos de "Around the world" y "The hardest button to button" donde cada imagen representa un sonido distinto.
Cuando supimos que estaba en Santiago filmando un comercial en el Parque Bustamante, decidimos escribir un especial con todo eso que hablamos cuando hablamos de Michel Gondry.
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