Con un papel en mano, Yorka Pastenes confía en su técnica para enrolar su tabaco. Junto a ella, dentro de su sala de estudio, figura parte de su equipo técnico. Ella los observa de reojo. Todos se mueven para promocionar el regreso en vivo de Yorka, la dupla junto a su hermana Daniela, este jueves en la SCD Bellavista (entradas por D-Ticket).

El show contempla la iniciación de una nueva etapa para el dúo femenino, que ahora se concentra en la promoción de "Y Bailamos Tanto", primer single de su tercer y próximo álbum Humo. Este trabajo será el primero con el sello discográfico independiente, Beast Discos.

"Yo pensé que iba a ser independiente, solita toda la vida, pero quería postular al Sello Azul Industria y me faltaba un sello para poder postular. Lo quería inventar, pero no se podía. Entre eso, contacté a Gustavo Bustos (director de Beast Records), le mostré mi disco, le gustó y me dijo 'filo, si no postulamos, quédate con nosotros y trabajemos'. Así fue como de un día para otro pasamos a tener sello. Nos estaban ofreciendo algo que nosotros no podemos en estos momentos costear y fue una buena decisión", detalla Yorka sobre la esta nueva etapa de su banda.

Pastenes cuenta que ya tienen 16 canciones escritas y arregladas para esta producción, dirigida por ella misma y que describe como "un disco triste, de desamor, de reflexión y de crecimiento". Para ello, han maqueteado en Paine, con la ayuda de Pancho Ugarte y de Chalo González, en los CHT estudios: "Él es como el Pedrito Engel de la música, dando consejo tras consejo. Lo que más me gustaba era una frase que tiraba a cada rato en la grabación, que era 'yo sé cómo va a salir, pero dale, ve tú cómo va a salir. Vívelo', relata. Con esto, planean grabar y lanzar –si les resulta el Fondart–, durante el primer semestre del próximo año.

Tal para cual

Yorka es un dúo pop, de dulces armonías, que empezó como una idea solista de Yorka Pastenes con su primer disco Canciones en Pijama, en 2013. Dos años después sumó Daniela Pastenes en coros, para lo que sería su segunda producción, Imperio. A ellas, se añade una banda de tres músicos. "La Daniela está a cargo de todo lo que son las segundas voces. Todas las armonizaciones de las voces. Toda esa parte creativa la hace ella. Pero las canciones las hago yo", deja en claro la intérprete de "África".

Yorka y Daniela son hermanas, se llevan cinco años de diferencia. Yorka toca guitarra desde los 8 años por petición de su mamá; Daniela, a esa misma edad participaba en coros y festivales. La primera comenzó formando sus propias bandas en la adolescencia, la segunda, siguió cantando. Yorka estudió pedagogía en música en la UMCE, Daniela la siguió. Cuando decidieron emprender juntas, mantuvieron el nombre del proyecto pero con una idea e identidad compartida. Desde entonces se volvieron una fortaleza rítmica.

"Nos tenemos ese amor odio que se tienen los hermanos, pero es más amor que odio. Los malos ratos que pasamos son muy de hermanas: había que levantarse más temprano para llegar al ensayo. Ese es nuestro primer problema y el más terrible, pero la Daniela es un apoyo para mí, es mi hermana chica", comenta Yorka. "La diferencia es que, como este proyecto es mío y nació de mí, son mis canciones. Yo tengo un compromiso mucho más profundo", añade.

—¿Era difícil para ti cuando estabas sola?

—Sí. Trabajaba con Pablo Ramos, que era el otro productor que tenía el proyecto, y él fue un apañe y muy importante en mis primeros años. Pero al trabajar con tu hermana, generas un lazo de oro invisible. Es como en Hércules, cuando se convertían en inmortales, la bruja cortaba un hilo y el hilo se tornaba dorado, no se podía cortar. Ella vive el proyecto como si fuera yo y viceversa.

—De las pocas, ruidosas

—El feminismo es un tópico inevitable para el dúo y su banda. Este año participaron del festival Ruidosa, invitadas por Francisca Valenzuela, y hoy se consideran activas dentro del movimiento, especialmente desde el rol de la mujer en la industria musical criolla, participando en charlas y conversatorios alusivos: "Nos influye que nosotras no estemos en los carteles de los festivales importantes, o que te fijes que al ser mujer y al hacer música, igual es más difícil tu exposición", expone Yorka.

"Hay muchos ejercicios: ves el cartel de Lollapalooza 2016, borras todos los nombres femenino y la lista queda casi igual. Y si haces el ejercicio contrario, y borras todos los nombres masculinos, el cartel queda casi vacío. Fue así en Pulsar el año pasado, en el Fluvial, y te das cuenta que de 50 bandas, cinco son de mujeres o participan mujeres, pero dirigidas por mujeres, no pasan del 5% o 10% de los carteles. Y eso es algo que puedes ver en todos los festivales del mundo", continúa Pastenes.

—¿Y qué crees que falta en ese aspecto?

—A mi parecer, falta confianza, creerse el cuento. ¿Por qué no puedo? Y de los hombres igual. No sé si te imaginas una banda de hombres buscando una productora mujer. Yo creo que la lucha más importante que hacemos, como equipo, es que la mitad seamos mujeres –incluyendo la sonidista, roadie, iluminadora y periodista– y que el resto sean hombres, entonces estamos tratando de generar los cambios de forma directa desde nuestro trabajo.

—¿Sientes que pueden vivir de Yorka?

—Me gustaría vivir de Yorka, y no de mi mamá. Creo que esa es mi meta. Me gustaría que esto fuese un trabajo sustentable tanto para mí como para mi equipo de trabajo. Actualmente no lo es. Poder pagar cuentas, poder pagar un arriendo, poder comer, poder vivir tranquila. Este proyecto lleva cuatro años y si yo lanzara un single ahora y no pasara nada, chuta, entraría en depresión.

https://www.youtube.com/watch?v=LjhCPSzH0dk