Entre la numerosa oferta de festivales que desde hace años sacude a la cartelera nacional, su irrupción representó una apuesta por el rock más duro, pero siempre con acento en todas las variantes que ofrece el género. Desde las más digeribles hasta las más ásperas.
El festival Santiago Gets Louder debutó en septiembre de 2015 en un sitio de amplio alcance, pero con casi nula experiencia en encuentros masivos -el Hangares Suricato del ex aeropuerto Los Cerrillos-, junto a un menú que incluyó a Weichafe, Dorso, Deftones y Faith No More, entre otros.
En esta temporada, la cita volverá al circuito, pero en un reducto con otras dimensiones: se hará el domingo 29 de octubre en el Movistar Arena del Parque O'Higgins. Ante el cambio de lugar, sus organizadores, la productora Lotus, ha bautizado el encuentro bajo el concepto de El Domo, como para ilustrar que se trata de otro capítulo en el desarrollo de la iniciativa.
Eso sí, esta vez y a diferencia de lo mostrado hace dos años, estará focalizado en el metal de cuna más clásica, con representantes de la vieja escuela que han perpetuado su estilo hasta la actualidad.
Como encarnación de tal credo, aparece el primer gran protagonista: los norteamericanos de Megadeth, insignes del thrash metal y visitante frecuente de los escenarios locales. Vienen con su última entrega, Dystopia (2016) -que para el verano se llevó el Grammy a Mejor performance de metal- y con nuevos fichajes, como el brasileño Kiko Loureiro en guitarra y Dirk Verbeuren en batería.
En ese mismo casillero está uno de los nombres más esperados por la fanaticada chilena. El músico danés King Diamond debutará en el país en plan solista, luego de presentarse otras dos veces, pero siempre a la cabeza de su conjunto, Mercyful Fate. Ahora el cantante -célebre por su maquillaje terrorífico, su propuesta teatral, su potencia interpretativa llena de quiebres- arribará tras un tour donde celebró las tres décadas de su obra maestra, Abigail.
Pero Santiago Gets Louder -y el rock clásico- también hablan español. Rata Blanca, quizás la agrupación más representativa del metal argentino y otros viejos conocidos de la hinchada nacional, retornarán con su disco más reciente, Tormenta eléctrica, aunque tras resistir el golpe más duro de su trayectoria. En mayo sufrieron la muerte de su bajista, Guillermo Sánchez, a los 52 años y a causa de una hepatitis severa. Como extra, el guitarrista de los trasandinos, el legendario Walter Giardino, mostrará su proyecto en solitario, Temple, el que tiene como vocalista al chileno Ronnie Romero, hoy al frente de los británicos Rainbow.
El cartel también lo completan el grupo brasileño Ego Kill Talent y los nacionales Tirano. Mientras los tres primeros estarán en un escenario central, las restantes animarán una segunda tarima. Las entradas se pueden adquirir desde este lunes 28 y con precios que van de $24.700 (tribuna) hasta $53.800 (platea baja preventa 1). Disponibles en Puntoticket.