Cuando alguien destaca en su ámbito y se convierte en fenómeno, la idea es replicar su éxito y llevarlo a otros niveles. Así pasa, por ejemplo, con las estrellas de la música que debido a su arrastre amplían su giro hacía las más variadas expresiones. El cine es la favorita de ellas. Elvis, The Beatles y hasta The Who son los casos más insignes de esta "avivada" que difícilmente consigue dejar una huella imborrable en el cine arte, pero que se convierten en un éxito instantáneo de taquilla y en una fiel radiografía del momento.

En nuestro continente los ejemplos no tardan en aparecer. Luis Miguel, Lucero, Sandro y Leo Dan pueden consignarse como los casos que más se recuerdan a este lado del mundo. A fines de los setentas, Juan Gabriel no fue la excepción.

Aunque el ingreso del mexicano a la pantalla grande fue algo tardío -tenía 25 años cuando debutó y ya tenía a su haber al menos una decena de sus éxitos-, la fórmula no cambió mucho. El cantante era el protagonista y galán de la cinta, acompañado por una bella muchacha y con sus propias canciones ambientando los puntos claves de la historia.  Nobleza Ranchera, la primera de sus incursiones, lo unió junto a Verónica Castro en un trío amoroso que lideró la taquilla pero que fue destrozado por la crítica.

Luego vendrían Del otro lado del puenteEn esta primavera, recordada viralmente por una escena en donde Ramón Valdéz, Don Ramón, canta junto al divo y las dos películas autobiográficas en el que se involucró como productor ejecutivo.

La historia del Noa Noa (1980) y Es mi vida (1982) fueron las obras más ambiciosas del compositor.

https://youtu.be/WGKdxf3TMtI

Con el director Gonzalo Martínez Ortega como aliado, Juan Gabriel se embarcó en un viaje cinematográfico en el que relata sus inicios en el cabaret Noa Noa, célebre por la canción del mismo nombre, además de recordar los pasajes más duros de su niñez como la pérdida de su padre y sus días en un orfanato.

Dos años más tarde, con la secuela, reviviría sin tapujos su época más triste, cuando fue tomado preso por ser acusado de robo en una casa de una recién conocida. Allí, rodeado de amargura y experiencias que configuraron para siempre su vida, realmente comenzó su leyenda. El guión fue simple: su propia vida.

Aunque tras desnudar toda su verdad no volvió a encarnar un protagónico, sus coqueteos con el séptimo arte no cesaron. En 1984 junto a artistas de la talla de José José y Yuri, participó en una versión guionada de Siempre en domingo, un programa de televisión muy parecido a nuestro Sábado Gigante y, sin muchos anuncios, tuvo pequeños papeles en los thriller Bazar Viena (1990) y Evicted (2000), del norteamericano Michael Tierney y donde aparece como un mafioso sin identificar.

Aunque posteriormente sólo se dedicó a girar y a grabar discos, en los últimos años de su carrera recibió una inesperada propuesta. La idea parecía sencilla: hacer un film musical como Across The Universe, inspirado en The Beatles, pero con su música.

¿Qué le dijiste a Dios? (2014), la historia de dos empleadas domésticas que escapan de su patrona para ir a una boda en su pueblo se estrenó con críticas lapidarias pero configuró un hecho que quedó para siempre en la biografía cinematográfica del cantante.

Sería la última vez que el compositor pisaría un set para grabar una de las escenas finales de la película, cuando se unió al elenco para cantar "Pero qué necesidad".

Para cerrar una historia poco explorada y a un año exacto de su inesperado deceso, la historia del Divo de Juárez volverá a tenerlo en los anuncios de los cines de Latinoamérica. MeXXIco es todo, es el documental -aún sin fecha definida de estreno- que mostrará imágenes exclusivas de su último concierto, grabaciones caseras del cantante y una serie de entrevistas al equipo de trabajo que lo acompañó en sus últimas incursiones.

https://youtu.be/_87YCU2fEPo