Algunos dicen que no es una estrategia seria. Que aquello de servir de plataforma de lanzamiento para las películas que la Academia de Hollywood nominará y premiará cinco meses después es jugar para el bando de la industria y del cine americano. Otros argumentan que al Festival de Venecia, el encuentro cinematográfico más antiguo del mundo, no le quedaba otra alternativa en los últimos años, amenazado progresivamente por las muestras de Toronto y Telluride, que literalmente le pisan los talones y con algunas de las mismas películas: el primero parte la próxima semana y el segundo se inicia el viernes y termina el lunes.

De cualquier manera, la opción de traer algunos de los largometrajes más esperados con miras al Oscar ha jugado a favor de la popularidad del Festival de Venecia: el año pasado se estrenó La la land, y antes pasó lo mismo con Birdman y Gravedad. El festival parte hoy en la noche con la exhibición de Downsizing, la nueva película de Alexander Payne (Los descendientes). La gran presencia de cine estadounidense en la Mostra asegura al menos un buen número de estrellas y, por ejemplo, Downsizing (que podría traducirse como Reduciéndose) es protagonizada por Matt Damon, Kristen Wiig, Laura Dern y Christoph Waltz. La comedia, que llegará a Chile en enero, está en la Competencia Oficial y su premisa es descabellada: en un mundo sobrepoblado, un grupo de científicos noruegos descubre que la solución es reducir a la humanidad a hombrecitos de diez centímetros. El matrimonio de Paul (Matt Damon) y Audrey (Kristen Wiig) son algunos de los conejillos de indias del experimento.

La película del realizador de Entre copas es una de las dos con que Matt Damon arriba al encuentro creado en 1932. La otra es Suburbicon, cinta de George Clooney con guión de los hermanos Coen sobre la comunidad aparentemente apacible de un pueblo de California. Todo es apariencia, pues bajo aquella vida de villorrio se esconde un submundo de alta violencia. Junto a Damon actúan Julianne Moore y Oscar Isaac.

También la vida familiar es subvertida por tensiones ocultas en Madre!, la nueva cinta de Darren Aronofsky, que va en Competencia Oficial como las dos mencionadas. La producción del realizador de Cisne negro, que a Chile llega el 21 de septiembre, se interna en los géneros del horror y el suspenso para contar como Grace (Jennifer Lawrence) y su esposo Eli (Javier Bardem) experimentan cambios radicales en casa al ser visitados por una misteriosa pareja (Ed Harris y Michelle Pfeiffer).

Otra narración que se mueve en el terreno sobrenatural es The shape of water, del mexicano Guillermo del Toro. La cinta, con exhibición en Chile para el 1 de febrero, promete ser el retorno del cineasta a los mundos mágicos de El laberinto del fauno. Con las actuaciones de Sally Hawkins, Octavia Spencer y Richard Jenkins, The shape of water se ambienta en plena Guerra Fría, cuando una empleada de un laboratorio nuclear comienza a comunicarse con una extraña criatura anfibia que habita en el recinto.

Fuera de competencia

No todos los actores más conocidos están en los filmes que buscan el León de Oro. Un caso es el de Victoria y Abdul, película de Stephen Frears (La reina) donde Judi Dench interpreta a la reina Victoria de Inglaterra, ya en sus últimos años, cuando forja una particular amistad con un sirviente indio llamado Abdul Karim (Ali Fazal). En la producción que llega el 11 de enero a Chile también actúan Michael Gambon y Olivia Williams.

Fuera de competencia también está Loving Pablo, largometraje de Fernando León de Aranoa (Los viernes al sol) que recrea la relación sentimental entre el líder del narcotráfico Pablo Escobar (Javier Bardem) y la periodista Virginia Vallejo (Penélope Cruz).

Otra de las cintas en español con alta tasa de expectativas es Zama, la nueva película de Lucrecia Martel (La ciénaga), basada en la novela homónima de Antonio Di Benedetto. Protagonizada por Daniel Giménez Cacho y Lola Dueñas, el filme relata los años de espera de Diego de Zama, funcionario español que a fines del siglo XVIII busca ser trasladado desde Asunción a Buenos Aires.

Aunque a nivel de autores Venecia suele perder frente a Cannes, este año hay al menos tres cineastas cuyas obras se esperaba llegaran al encuentro de la Costa Azul, pero terminaron acá. Uno es el mencionado Alexander Payne y los otros dos son el franco-tunecino Abdellatif Kechiche (La vida de Adèle) y el japonés Hirokazu Kore-Eda (De tal padre,. tal hijo). Las cintas de ellos están en la Competencia Oficial: en Mektoub, my love: Canto uno, Kechiche relata las aventuras románticas de un joven guionista, mientras que en The third murder, el prolífico Kore-Eda se interna en el género judicial a través de la historia de un criminal enfrentado a acusaciones definitivas.