Los Jaivas recuperan su disco perdido

Se lanzó bajo el nombre de Los Jaivas en Argentina, aunque no fue el único disco que el grupo viñamarino publicó al otro lado de la cordillera. De hecho, en 1983, cuando Gato Alquinta y compañía volvieron por segunda vez al país donde residieron por cuatro años antes de partir a Europa, se reencontraron con un público que conocía al detalle los álbumes que habían grabaron allá una década antes, como el homónimo de 1975 y Canción del sur (1977), y que repletó durante tres noches consecutivas el Estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires, recinto emblemático para la música popular trasandina. El hito, de trascendencia y proporciones inéditas para una banda local, quedó registrado en el álbum que el sello Sazam Records sacó al mercado meses después pero que nunca más volvió a editarse, acrecentando con el paso de los años tanto su mito como su valor en el mercado de coleccionistas.

Casi 35 años después, los autores de Todos juntos lograron recuperar este histórico registro, como parte de una operación que tardó varios años e involucró a diversas entidades. Un proceso que se selló ayer en la tarde, en una ceremonia realizada en la Embajada Chilena en Argentina, donde los músicos recibieron de parte del estado trasandino el master y la licencia del disco, lo que además de su valor simbólico les permitirá volver a editarlo por primera vez desde 1983.

Luego de varios años circulando a elevados precios -y sólo en formato vinilo- en ferias persas y en sitios web especializados, Los Jaivas en Argentina podrá además ser publicado ahora en Chile, gracias al trabajo del Instituto Nacional de la Música de Argentina (Inamu), entidad pública que en 2012 inició las gestiones para recuperar y devolver a sus intérpretes el extenso catálogo discográfico que alguna vez perteneció a la empresa Sicamericana S.A., representada por sellos como Music Hall, TK y la mencionada Sazam (que también editó en ese país Alturas de Machu Picchu y Aconcagua). Un verdadero tesoro del cancionero trasandino de cerca de 1.500 discos, entre los cuales se encuentran obras cumbre del tango de la década del 50 y del folclor y el rock de los 60 y 70, además de títulos de grupos y solistas de otros países, entre ellos Los Jaivas.

"Fue una sorpresa cuando nos llamó el curador de este proyecto y nos contó la historia. Nos sorprendió este gesto tan cariñoso y bondadoso del estado argentino", cuenta Claudio Parra, pianista y tecladista del grupo, que por estos días recorre el país vecino junto a sus compañeros presentando Obras de Violeta Parra. "Junto con el que se editó ese mismo año en Moscú este es uno de los pocos discos en vivo que hay de Los Jaivas, pero nunca más se volvió a publicar ni se lanzó en CD. Por lo mismo para nosotros es súper importante volver a tenerlo y estamos viendo cuándo y cómo volveremos a editarlo", agrega el músico.

Junto al conjunto chileno son decenas los grupos y solistas del otro lado de la cordillera que por estos días festejan lo que ha sido calificado de "acto de recuperación histórica" con un cancionero que nunca se volvió a editar desde 1993, cuando la empresa Sicamericana se declaró en quiebra. El proyecto, que transfiere la propiedad y los derechos intelectuales de este catálogo a sus intérpretes -o a sus herederos-, incluye títulos emblemáticos en la discografía de Astor Piazzolla, Aníbal Troilo, Eduardo Falú, Charly García, Pappo, León Gieco y Serú Girán, entre otros.

"Creo que esto va a servir de modelo y de ejemplo para poder solucionar estos bloqueos que a veces se producen. Los autores podrán editar los discos cuando quieran, donde quieran y recibiendo los derechos correspondientes", dice Parra sobre la iniciativa del Inamu, que se produce justo en un momento en el que en Chile se agudiza el debate en torno a la propiedad de discos icónicos de Violeta Parra, Víctor Jara y Los Blops.

El regreso de Los Jaivas a Argentina, a comienzos de los 80, encontraba al grupo en uno de los puntos más altos de su trabajo creativo y de su propuesta sonora, todavía con su formación original. Fue el reencuentro con el país al que llegaron a instalarse en 1973, escapando de la represión y la falta de espacios para su música en Chile, iniciando una fructífera etapa que amplió aún más las fronteras estilísticas -reflejada en discos como Los sueños de América (1974) y Canción del sur (1977)- y que tuvo un final abrupto en 1977, cuando partieron a Francia luego del golpe de estado trasandino y la detención por tres meses de Eduardo Parra.

"En 1982 volvimos por segunda vez de Europa para presentar completo Alturas de Machu Picchu, con una gira que terminó en marzo de 1983 en Buenos Aires, justamente con los conciertos en el Estadio Obras", recuerda el pianista sobre esos multidudinarios shows, en los que el grupo incluyó un repertorio diverso que tal como atestigua el álbum incluyó temas como "Indio hermano", "Takirari del Puerto", su versión de "El Gavilán" de Violeta Parra y la primera aparición en un disco de Cholito pantalón blanco, que luego sería grabada en El reencuentro, de 1997. Se trata de todas formas de un registro irregular y no exento de singularides: "Mambo de Machaguay", por ejemplo, es la versión de estudio del tema al que se le agregó ruido de público de fondo, mientras que los productores sólo incluyeron un fragmento de "Corre que te pillo" y no la versión completa que sonó en el estadio.