Desde que se liberó el primer tráiler que en redes sociales da vuelta una —muy pobre— idea respecto de It: se aprovecha de la moda y toma elementos de Stranger things.

¿Qué tan cierto es esto? Si el análisis es superficial, podemos a simple vista ver que en ambas ficciones hay niños en bicicleta, un monstruo que los persigue, además de desapariciones, adultos inoperantes —salvo honrosas excepciones— y adolescentes complicados con la vida de pueblo.

La verdad es que los hermanos Duffer —Hidden— persiguieron por años los derechos de adaptación de la que es señalada como la mejor novela de Stephen King: It. Una vez que se le entregó el proyecto a Cary Fukunaga (True Detective), por razones obvias, decidieron fijar su rumbo hacia una "creación propia".

La historia no termina ahí: Finn Wolfhard, el actor que interpreta a Mike en Stranger things, fue casteado con anterioridad para el remake de It. Con ese trabajo ya asegurado, apareció luego en la lista de los Duffer para interpretar a uno de los amigos de Will, el niño desaparecido en Hawkins, el pueblo creado para esta ficción.

Pero, ¿por qué es un error interpretar que la película de Andrés Muschietti tiene cierta inspiración en la obra de Netflix? It no sólo está basada en una novela que fue escrita y lanzada al mercado cuando los creadores de Stranger things tenían dos años, también cuenta con una adaptación previa dirigida por Tommy Lee Wallace para la televisión que caló hondo en los años noventa. Pese a lo deficiente del resultado final, la interpretación del payaso Pennywise hecha por Tim Curry marcó a una generación, es objeto de merchandising y da nombre a una banda de hardcore melódico, además de influenciar la portada del juego de Play Station Twisted Metal.

¿Es la dinámica de los niños de It "copiada" a Stranger things? Primero, hay que poner en perspectiva la obra de los Duffer. Las películas de niños creciendo no son una novedad para nadie. El género existe incluso desde antes de las novelas de Stephen King. Si sólo tomamos los años ochenta como referencia, nos encontramos con Stand by me —también basada en la obra de King— a quien la serie de Netflix "homenajea" en tomas varias, E.T., filme al que los Duffer "homenajean" en una secuencia de escape y muchos pasajes de "Eleven" siendo descubierta por los protagonistas de la serie.

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Pero no sólo de Stephen King ha vivido Stranger things. También ha tomado arquetipos de personajes del cine de Wes Craven, creador de Pesadilla en la Calle Elm, como el de Nancy —coincidentemente llamada igual a la protagonista de la primera aparición de Freddy Krueger— o los matones colegiales tan propios de las películas de terror adolescente.

Al descomponer Stranger things uno se encuentra con Steven Spielberg —la locura de la madre de Will es demasiado parecida a la del protagonista de Encuentros cercanos del Tercer Tipo, por ejemplo—; con Stephen King —basta el dato de los Duffer queriendo adaptar It, las secuencias de los niños en la línea del tren como en Stand By Me o la trama del niño desaparecido en el pueblo maldito—; con Wes Craven, porque los adolescentes, en medio de romances y conflictos por bullying, también son perseguidos por su "Demogorgon", Los Goonies y mucho más.

¿Cómo podría uno decir que aquella entretenida serie de Netflix es algo "original"? Divertida, adictiva, prolija y bien hecha, sí. Una carta de amor a los años ochenta -tal cual fue Super 8, de JJ Abrams. ¿Tratarla como original? Ni sus propios creadores han cometido tal osadía.

Un valiente review del sitio español Playground señaló que la película, que tuvo el mejor estreno para su género en materia económica, no sólo es "la peor adaptación de Stephen King" que ha "existido nunca", sino también que el filme mira a Stranger things.

"(...) todas las productoras han querido tener su propia Stranger things; Warner, rebuscando entre sus propiedades, encontró la suya en It. Porque tiene una pandilla de chicos en bicicletas y una chica misteriosa que se une a ellos" se atreve a espetar el artículo, sugiriendo que los Duffer deberían casi que ejercer acciones legales contra Muschietti, Warner y por qué no, el propio Stephen King.

"Hay algo muy antipático en todos esos guiños; parecen hechos a desgana. Lo que en Stranger things, pese a sus defectos, está integrado de forma natural, en IT se antoja disonante y ortopédico. IT es, conoceréis el meme, como el señor Burns de Los Simpson cuando intenta disfrazarse de teenager", remata la crítica, quizás una de las pocas a nivel mundial que ha tratado mal a la adaptación, que a estas alturas —no está demás apuntar— comenzó a gestarse antes de la creación de Stranger things.

Quizás la declaración que más aclara la falsa dicotomía creada por el público consumidor de Stranger things que ha visto ultrajada su serie favorita por el payaso asesino que causa sensación en los cines, la escribió el propio Stephen King en su cuenta de Twitter cuando, humildemente, se declaró maravillado con el trabajo de los hermanos Duffer. Stranger things es "una compilación de mis mejores momentos como novelista", escribió el influyente escritor, quien también por estos días ha dado su visto bueno a la adaptación de It de Muschietti.