El club de comedia The Comic Strip en Nueva York no es un lugar masivo. Es estrecho y oscuro, y no queda particularmente cerca de ninguna atracción turística de la Gran Manzana. Pero pocos lugares tienen tanta historia en materia de humor. Prácticamente todo comediante que haya alcanzado el estrellato hacia finales del siglo XX comenzó sobre ese escenario: Chris Rock, Adam Sandler, Sarah Silverman, Ray Romano, Eddie Murphy, Jerry Seinfeld y más (incluso Tom Hanks solía hacer monólogos en los 70).
Pero no es un lugar en el que un nombre que fácilmente puede llenar el arena Madison Square Garden se presente hoy en día. Aunque eso fue justamente lo que hizo Jerry Seinfeld para filmar su primer especial de comedia en Netflix: Jerry before Seinfeld, que está disponible desde este martes en el servicio de streaming.
Frente a un puñado de personas, el célebre comediante recuerda en una presentación íntima sus inicios en ese mismo local. En el especial de una hora, Seinfeld no sólo relata anécdotas con su particular y neurótico estilo, sino que también repite parte de los chistes que formaban parte de sus presentaciones en vivo a finales de los 70; un guiño directo a sus inicios.
El registro también cuenta con imágenes de archivo de aquellas presentaciones, y del comediante durante su infancia y adolescencia, además de conversaciones con sus amigos de juventud sobre lo que fue crecer en un suburbio en Long Island, a las afueras de Manhattan.
Pero Jerry before Seinfeld es antes que nada un hito: por primera vez en 20 años su protagonista realiza un especial de stand-up televisivo. En esas dos décadas, Seinfeld (63) se ha caracterizado por su hermetismo con respecto a sus shows -o los ves en vivo o no los ves- y su rechazo a la mayoría de las actividades que impliquen una cámara televisiva. Pero el exilio auto impuesto de la pantalla sólo parece haber aumentado su leyenda y valor: cuando Netflix anunció una alianza creativa con Seinfeld a principios de año, si bien la cifra no fue revelada oficialmente, los principales medios de entretención del mundo aseguran que no fue menor a $ 100 millones de dólares.
El retorno no es de la nada: el comediante hace ya cinco años ha aumentado paulatinamente su actividad en la pantalla; simplemente no en la de la televisión tradicional. Antes que buena parte de sus pares, Seinfeld vio en el mundo digital un campo abierto para su retorno frente a las cámaras.
El rey del streaming
Si bien un cheque abultado es difícil de ignorar, un antecedente demuestra que se necesita más que dinero para hacer que el célebre comediante firme un contrato: en 1998, tras el final de la novena y última temporada de la exitosa sitcom Seinfeld, al humorista se le ofrecieron también US $ 100 millones para un ciclo más de la serie, los cuales rechazó.
Por los siguientes 15 años, mientras el co-creador de Seinfeld, Larry David, iniciaba su propia carrera frente a las cámaras con Curb your enthusiasm, de HBO, las apariciones de su compañero tanto en cine como televisión se limitaron principalmente a cameos. Su proyecto de mayor envergadura fue la poco exitosa película animada Bee movie, de Dreamworks, que Seinfeld escribió, produjo y protagonizó.
Pero en 2012, el comediante anunció su retorno formal a la pantalla, con la serie documental Comedians in cars getting coffee. La idea de la producción está íntegra en el título de la producción: Seinfeld junta sus tres pasiones, los autos, el café y el humor, con cada episodio centrándose en él llevando a pasear a otro comediante en un automóvil antiguo (muchos de ellos de su colección personal) para luego sentarse en una cafetería y conversar. En nueve temporadas, durante cinco años, entre los invitados se pueden encontrar nombres ya veteranos, como Stephen Colbert, Tina Fey, Louie C.K., Mel Brooks y Jay Leno (además de todos sus compañeros de elenco en Seinfeld) hasta exponentes modernos como Amy Schumer, Aziz Ansari y Trevor Noah. El concepto también se ha expandido más allá de los comediantes de stand-up, a actores como Jim Carrey y Sarah Jessica Parker, e incluso Barack Obama cuando todavía era Presidente de Estados Unidos.
Pero ese regreso no fue en el marco de un canal de televisión tradicional. El programa sólo se podía encontrar en la plataforma de streaming Crackle, perteneciente a Sony, como uno de sus pocos programas originales. Eso en 2012, cuando Netflix apenas tenía un puñado de programas propios y aún no incursionaba en la comedia.
Con la expansión de géneros de este último servicio, y una tendencia reciente a hacerse con los derechos del material de algunos de los comediantes más cotizados, parecía ser cosa de tiempo para que Netflix fuera a tocar la puerta de uno de los nombres más respetados de la industria, quien además ha encontrado popularidad en una nueva generación gracias a su incursión digital, que lo tienen transformado hasta en recurrentes memes online.
Y así fue: el contrato con Seinfeld no sólo implicó la realización de dos especiales de stand-up -Jerry before Seinfeld es el primero- sino que además el traspaso de Comedians in cars getting coffee desde Crackle al streaming detrás de House of cards, sino también la realización de nuevas temporadas de la serie en Netflix -que incluirán la última aparición televisiva de Jerry Lewis en un episodio-. Más que retirarse de la TV, Seinfeld simplemente evolucionó al siguiente nivel.