Publicado por Alfaguara en España, el libro recoge el curso que impartió en la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, junto con el catedrático Rubén Gallo, en que debatieron el proceso de escritura del Premio Nobel de Literatura 2010.

Para el escritor peruano, "una sociedad de lectores de buena literatura" es "más crítica, más libre y más difícil de manipular".

Aunque Vargas Llosa se declaró "horrorizado" al comprobar a través de las redes sociales "en qué se ha convertido el lenguaje", un modo expresión, a su juicio, "espantoso" y "la negación misma de la literatura".

Sin embargo, el Nobel se muestra optimista de que la literatura prevalezca sobre estas formas de comunicación ya que, en caso contrario, advirtió, vamos hacia "un mundo de monos".

"Solo la buena literatura enseña las posibilidades de la lengua, enseña a matizar, a ser preciso, claro y coherente", apuntó.

Si la literatura no sobrevive, dice Vargas Llosa, "la sociedad del futuro no va a ser nada envidiable y ejemplar; puede ser floreciente en tecnologías pero invivible para alguien con sensibilidad y cierta cultura".

Consultado sobre su propia escritura, el autor peruano citó a uno de sus referentes para explicar su propia idea sobre el proceso, una que versa sobre la transparencia y un lenguaje menos barroco y enrevesado: "Borges dijo que cuando uno empieza a escribir le interesa mucho la complejidad y luego descubre que lo importante es la claridad y hay mucho de cierto en esa teoría".

"Se tiene la idea falsa de que la oscuridad representa profundidad. ¡Mentira!", dijo el autor de Conversación en La Catedral.