Aunque el estreno de su largometraje será en marzo de 2018, los estudios Warner Brothers comenzaron de manera oficial la promoción de Tomb Raider, la última encarnación fílmica de Lara Croft, la heroína nacida en los videojuegos de Square Enix en 1996 y que revive en la cinta dirigida por el noruego Roar Uthaug. Aquí la actriz sueca Alicia Vikander (Ex machina, La chica danesa) interpreta a la valiente arqueóloga, hija de un aventurero desaparecido.

Y lo hicieron de manera doble: primero revelando el afiche oficial de la cinta y luego su adrenalínico adelanto. En este último se puede ver a la más nueva Lara empuñando un arco y una flecha, tratando de sobrevivir en aguas torrentosas y esquivando mortales armas.

La cinta, cuyo elenco también incluye a Walton Goggins, Hannah John-Kamen, Dominic West y Daniel Wu, se basa específicamente en una de las más nuevas aventuras de Lara Croft, el juego del mismo nombre lanzado en 2013 por Crystal Dynamics.

Pero, al igual que muchos otros personajes nacidos para las consolas, Croft ya había sido llevada a la pantalla grande, no en una sino en dos producciones estelarizadas por la actriz estadounidense Angelina Jolie. Así, en Lara Croft: Tomb Raider (2001), la interpretó en una primera aventura donde la aristocrática chica inglesa va en busca de una reliquia conocida como el Triángulo de Luz, directamente relacionada con su padre. Dos años más tarde, Jolie volvió a encarnarla en Lara Croft Tomb Raider: La cuna de la vida, donde por encargo del MI6 debe detener a Jonathan Reiss (Ciarán Hinds), quien pretende apoderarse de la mítica Caja de Pandora.

Y aunque en 2007 ya se hablaba de una tercera película centrada en Lara Croft, producida nuevamente por Paramount Pictures -los estudios que desde 1998 tenían sus derechos-, no fue hasta 10 años más tarde, con Warner Brothers tras su realización, que la tercera cinta pudo concretarse. Trayendo de vuelta al cine a la famosa heroína que logró dotar de una nuevo status a las mujeres en el mundo los videojuegos, a pesar de su fuerte carga como símbolo sexual.