Breaking Bad, la serie creada por Vince Gilligan, se estrenó en enero de 2008. La ficción ambientada en circunstancias realistas, narra la historia de Walter White (Bryan Craston), un profesor de química de clase media a quien se le diagnostica cáncer. Esta noticia lo golpea de tal manera que busca una alternativa ilegal para financiar su tratamiento, pero sobretodo, mantener a su familia: cocinar y vender metanfetamina.

La producción televisiva consistente en 5 temporadas, fue aclamada por la audiencia y la crítica, con varios galardones y cifras que indicaron un amplio público que crecía con cada temporada. Incluso el autor Stephen King la calificó como "el mejor guión de la televisión" en su columna registrada en EW.

La historia, descrita como un western contemporáneo por su creador Vince Gilligan, finalizó su emisión el 29 de septiembre de 2013 con 10.3 millones de espectadores en Estados Unidos y 500.000 descargas ilegales 12 horas después de su emisión.

"Felina", como fue titulado, obtuvo una calificación de 9.9 en sitios como IMDb tras dar a su público un final más que digno. Si bien, en un inicio se interpretó este nombre como un anagrama para "Finale", la relevancia está en cada una de sus sílabas.

La química imperó en todos los episodios, incluso en detalles menores como la presentación de los créditos, y el último episodio no quedó fuera de esta tradición.

Al desmenuzar "Felina", es posible encontrar tres elementos químicos que innegablemente marcaron el cierre de Breaking Bad:

Fe (Hierro): componente de la sangre.

Li (Litio): elemento presente en la metanfetamina.

Na (Sodio): junto con el agua conforman las lágrimas.

Quienes no han visto esta serie, la pueden revivir en el servicio de streaming Netflix, con cinco temporadas y un total de 62 episodios. Para los viudos de la ficción, está el spin-off Better Call Saul, también disponible en Netflix.